Capitulo 2

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— Vamos— Chaeyoung dijo en voz baja, mirando como Mina brincaba alrededor de la habitación en un pie, tratando de ponerse sus zapatos. La chica más pequeña se rió y volvió a caer en la cama, finalmente poniéndose el segundo zapato.

— ¿A dónde vamos?— preguntó Mina, inclinando la cabeza hacia un lado. Miró inquisitivamente a sus cordones de los zapatos antes de mirar a Chaeyoung.

— Al centro comercial—Chaeyoung le informó, agachándose para anudar los cordones de Mina — necesitas zapatos nuevos. Y ropa.

— ¿Lo necesito?—Mina frunció las cejas, mirando hacia sus zapatos. Parecían perfectamente para ella.

— Prácticamente tienes agujeros en esos zapatos— Chaeyoung se rió, poniéndose de pie e indicándole a Mina para que la siguiera — Además, necesitas un abrigo para el invierno. Aunque es enero, no parece que se vaya a terminar pronto.

— Oh— Mina asintió y estudió la cara de Chaeyoung— Estás enojada conmigo.

Ahora fue el turno de Chaeyoung para confundirse.

—¿Enojada?—levantó una ceja—¿Qué te hace pensar que estoy enojada contigo?

— Yo estaba mal— Mina negó con la cabeza y siguió a Chaeyoung por el estacionamiento. Una vez que llegaron al coche, la chica más pequeña suspiró suavemente y ella misma abrochó el cinturón de seguridad en el asiento del pasajero.

— ¿Estás hablando de anoche?— Chaeyoung preguntó mientras salían de la zona de aparcamiento. Mina asintió vacilante.

— Lo arruiné— Mina arrugó la nariz— ¿Por qué soy así?

— Porque tú eres tú— Chaeyoung se encogió de hombros y se estiró para entrelazar sus dedos. Ella no iba a negar que Mina era diferente. La chica ya lo sabía. Chaeyoung sólo quería asegurarse de que Mina no le debía una disculpa a nadie por la forma de ser.

—Y soy estúpida―Mina murmuró, sacudiendo la cabeza y mirando hacia abajo

—Nini...— Chaeyoung suspiró— No eres estúpida— esta conversación se había convertido recurrente últimamente.

— Pero yo no... — Mina se quejó y apartó la mano de Chaeyoung— No quiero hablar ahora―murmuró, sacudiendo la cabeza y presionando su frente contra la ventana.

Suspirando, Chaeyoung regresó su mano de nuevo al volante. No estaba segura de que nada de lo que había dicho haría que Mina creyera en ella.

El resto del viaje fue prácticamente silencioso. Mina no entendía la tensión entre ellas. ¿Chaeyoung estaba enojada con ella? La chica había estado molesta con ella la noche anterior.

Mina cerró los ojos. Todo el mundo debe estar molesto con ella. Ellos no entendían. Ella respiró hondo, como le habían enseñado a hacer cuando se sentía ansiosa.

— Estamos aquí — dijo Chaeyoung suavemente, estacionándose en una plaza de aparcamiento libre. Mina levantó la cabeza y estudió el gran edificio en frente de ellas. De repente se sintió cada vez más nerviosa.

En el momento en que ella se bajó del coche, corrió hacia el lado de Chaeyoung y se aferró a su antebrazo. Lo último que quería era estar separada de la otra chica. Chaeyoung era su salvaguarda, su seguridad. Sin ella, todo era diez veces más aterrador.

Chaeyoung miró a Mina, mordiéndose el labio mientras conducía a la chica más pequeña por el centro comercial.

— No iré a ninguna parte, Minari—se rió en voz baja. Mina la miró y Chaeyoung podía ver el nerviosismo en sus rasgos.

BLUE - MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora