-CAPÍTULO 41-

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Nt: Lo prometido es deuda, les dejo otro capítulo más que me estruja el corazoncito pero quiero pensar que les gustará tanto como a mí.

Quiero llorar...

[...]

Con una extraña sensación en el pecho, Taehyung salió de su casa y subió las escaleras que lo dirigían hacia la azotea del edificio en el que vivían. Había subido muchas veces a ese lugar única y exclusivamente para los chicos de su edad, todas esas veces subió alegre o con ganas de lanzarse por el ventanal debido a los largos conceptos que tenía que memorizarse para sus exámenes. Pero ahora era distinto, lo sentía distinto. Tenía angustia por lo que sea que Jungkook le fuera a decir, y no es que fuera paranoico pero el mayor nunca le escribía tan... Serio.

Con un suspiro trató de calmarse y abrió la puerta de la azotea, estaba casi oscuro por lo que tuvo que tener mucho cuidado de que no hubiera cables locos regados en el suelo. Él por alguna extraña razón siempre terminaba en el suelo.

"¿Jungkookie?" Sus palabras hicieron eco en el lugar y casi pensó que estaba solo, casi...

"Tae... Que bueno que viniste, tenemos que hablar"

"Sí, bueno, eso fue lo que dijiste en el mensaje" Los ojos rojos de Jungkook le hicieron jadear incrédulo y sorprendido "¿E-estuviste llorando? ¿Pasa algo? ¿Qué...?"

El azabache se levantó del sillón en el que había estado sentado y caminó hacia su novio, limpió con su mano la traviesa lágrima que se escapó del rebaño y trató de sonreír. La carita de Taehyung le confirmó que no estaba entendiendo ni mierda, pero era difícil de explicar, muy difícil.

"Bebé..." Ese susurro fue suficiente para que Kim acortara la distancia entre ellos y lo estrechara en un cálido abrazo que Kook agradeció. Porque lo necesitaba, rogaba porque el nudo que se había instalado en su pecho le dejara hablar. "M-mi abuelo... M-mamá dice que-que no le queda mucho tiempo de vida, y-yo..."

"L-lo siento... Dios mío Kookie, lo siento mucho" El mencionado sollozó mientras hundía el rostro en el cuello del más bajito. Necesitaba fuerzas para terminar de darle la otra noticia que lo tenía devastado. Se aferró con fuerza al torso de Taehyung sintiendo su cabello y espalda ser acariciadas suavemente. "Estarás bien, estarán bien... Si-siempre es mejor pensar que tu abuelito gozará de paz eterna, nada está dicho aún Kookie, él aún está con vida, solo-"

"Volveré a Busán..." El corazón del más pequeño se paralizó por algunos segundos, esa extraña sensación en su pecho incrementándose cuando el azabache no hacía más que respirar agitado. "No se cuanto tiempo estaré por allá pero según mi mamá no serán solo unos cuantos días, n-no quiero irme y dejarte solo pero-pero..."

"Es-está bien amor, está bien. No tienes que preocuparte por mí ahora mismo, tu madre te necesita. Tu familia te necesita" Jungkook salió de su escondite y aún con las lágrimas empapando su rostro acarició las mejillas contrarias cuando una solitaria lagrimita bajó por el acanelado rostro de su bonito novio. "S-sabes que puedo esperarte, siempre lo haré"

No soportando la atmósfera cargada de eso que no quería pensar, Jungkook atrapó los labios temblorosos del menor con los suyos. Chupó suavemente el labio inferior contrario y ladeó la cabeza para mejorar el contacto, sintiendo lo dulce de los belfos de Taehyung y al mismo tiempo lo salado de sus lágrimas.  Ingresó su lengua y lo besó hasta que el aire les hizo falta, hasta que sus pulmones rogaron por un poco de piedad y hasta que sus corazones latieron al mismo tiempo.

"Prometo que trataré de volver lo más pronto posible bebé, te lo prometo"

"Esto no es una despedida, ¿Verdad?" Los ojitos de Taehyung volvieron a llenarse de lágrimas, lágrimas que fueron inmediatamente borradas por los dedos del azabache cuando se deslizaron. "¿C-cuando te vas?"

¡FÍJATE EN MÍ! [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora