Epílogo

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Ocho meses después...

Pete se encontraba recostado en su cama observando como el Syn comía con avidez en sus brazos, era un niño precioso con sus hermosas mejillas esponjosas parecidas a las suyas y hermosas ojos mieles iguales a los de su padre. Aún recordaba el día en que nació, fue un total caos ya que como sucedió en sus embarazos pasados, Vegas en lugar de ayudar estorbaba. Ese día estaba lloviendo pero eso no impidió que Syn llegara al mundo. La primera ver que lo vio era una cosita tan pequeña que parecía que se rompería con cualquier movimiento. Incluso era más pequeño que Venice cuando nació. Es por esa razón que Vegas no dejaba de tocarlo y de decirle que sería el príncipe de papá.

El primer mes fue sin duda una grata sorpresa puesto que Syn era un bebé muy tranquilo a comparación de sus otros hijos. Dormía y comía literalmente todo el día. De igual forma la integración con sus hijos fue instantánea, Lamai no dejaba de hablar todo el día de su hermanito y Macao y Venice se la pasaban cerca de él cuidándola y observándola.

En ese momento tocaron la puerta causando que Pete volviera de sus pensamientos.

- Hola - se asomo la cabeza de Vegas por la puerta.

- Hola - contestó Pete mientras acomodaba el biberón de Syn.

Vegas entro completamente a la habitación quitándole el saco y aflojando su corbata. Luego se acercó a la cama donde Pete se encontraba y le dio un beso en los labios.

- ¿Cómo se portó hoy nuestro príncipe?

- Muy bien como siempre - contestó Pete - ¿Saludaste a los niños?

- Si, estaban en la sala cuando llegue. La señora Kim estaba ayudándoles con la tarea.

Los señores Kim, el matrimonio que se encargaba del cuidado de la casa antes de que Vegas la comprara, se habían convertido en parte de la familia a pesar del corto tiempo que llevaban viviendo ahí. Contar con una asistente permanente y un chofer era de gran ayuda ahora que Pete había dado a luz.

- Lo sé, yo le estaba ayudando a los mellizos pero a este precioso le dio hambre - dijo mientras besaba la frente del infante.

Vegas se dirigió al armario y empezó a sacar ropa para cambiarse.

- Ahorita que termine de comer, me lo das para sacarle el aire.

- Si, está apunto de terminarse el biberón.

En ese instante Syn empezó hacer movimientos con su boquita hasta que sacó el chupón del biberón, indicando que ya no tenía hambre. Vegas al ver eso se apuró a cambiarse para cargar a su hijo.

- Dámelo - le indicó al doncel.

Pete se lo pasó y le dio su cobija para que lo pusiera en su hombro y de que esa forma estuviera mas cómodo el bebé al estar recostado. Vegas le puso boca abajo y comenzó a darle suaves toques en la espalda.

- ¿Y a ti como te fue en la empresa? - preguntó Pete mientras veía como su marido paseaba a Syn de un lado a otro.

- Bien, ya sabes lo normal, estoy viendo una nueva compra pero aún estamos analizando si es factible.

- Debería de darme una vuelta por allá, la última vez que fuí tenía ocho meses de embarazo - mencionó el doncel sentándose en la cama.

- De nuevo llamaras la atención como la última vez. Todos deseaban conocer al "esposo de Vegas Theerapanyakul" - dijo él con  una sonrisa

- Tengo que dejar verme, ya te dije que no volveré a vivir en las sombras.

- Lo sé, en verdad siento haberte ocultado a ti y a los niños de esa forma pero ya sabes cuales fueron mis razones.

Un Marido Infiel - VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora