Shisui la encuentra, una luz brillante qué llega a su vida, pero la desgracia asecha a medida que crece su amor...
Una pelirroja hará hasta lo imposible por encontrarlo
Los secretos son la base para apagar la luz de su vida y entrar a un conflicto c...
Mientras él más la veía menos entendía sobre ella, pronto despertaría de su desmayo y se encontraría en el hospital de la aldea, eso seguramente la haría entrar en pánico, Shisui fue designado para cuidarla y averiguar sobre sus orígenes, pero el ya creía saber cuales eran.
Dos días después...
Era casi medio día cuando se escuchaba un alboroto en el primer piso de el hospital, había una ventana rota y una silla estaba tirada cerca de la fuente, dos enfermeras trataban de calmar a la pequeña que tenía los pies ensangrentados por no percatarse de los vidrios qué seguían en la ventana, un doctor entró a aplicarle una inyección mientras el Uchiha de pelo corto veía todo desde la puerta de la habitación, Fugaku Uchiha había sido puesto sobre aviso con respecto a la niña, Shisui no había hablado con ella pero quería que el líder de el clan estuviese prevenido con respecto a un posible nuevo integrante aunque no le dio más detalles.
A la mañana siguiente solo se hablaba del incidente en la habitación de el hospital, el comentario más usado era "es una salvaje, no debieron traerla a la aldea", poco o nada importaba lo que las chismosas enfermera pudieran decir, mientras tanto, la niña estaba amarrada a la cama, con dos bolsas de suero conectadas a su brazo, sus ojos empezaban a abrirse nuevamente, el brillo en la habitación la hizo parpadear en repetidas ocasiones, luego de fijar la vista en el pequeño cuadro con el símbolo de la hoja que se encontraba sobre su cabeza, apretó los puños y empezaron a salir lágrimas de sus ojos, no debía estar aquí, era un error, debía huir de nuevo, cuando intento levantarse los agarres no la dejaban moverse.
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-no te molestes, tus pies aún están un poco heridos, no creo que puedas llegar lejos así-la niña giro la vista a su izquierda, donde estaba el azabache, sentado en un pequeño banco junto a su cama, sus ojos se abrieron completamente-no te voy a hacer daño, mi nombre es Shisui-dijo mostrando una gran sonrisa para calmarla.
Las palabras seguían atoradas en su garganta, el corazón le empezó a latir fuertemente y su cabeza estaba dándole vueltas otra vez. Shisui se acercó a ella y empezó a soltar los amarres.
-promete que estarás tranquila- dijo mientras aflojaba las cuerdas, la niña solo asintió - toma, no sabía que te gustaría así que te traje diferentes tipos de comida-le dijo pasándole una bolsa, la niña se sentó en la cama y empezó a comer cada bandeja qué tenía al frente.
-oye... Tienes un cabello muy bonito, ¿así era el de tu madre?- la niña volteó a verlo y asintió de manera temblorosa- y tus ojos también son muy lindo, seguro te pareces mucho a ella-
-como papá -shisui se sorprendió, no esperaba que ella hablara tan pronto, disimulando su sorpresa prosiguió con la charla.
-qué bien, tienes algo de ambos entonces, ¿eres muy apegada con ellos?
-lo era... - su vista quedo fija en el palillo de pocky qué tenía en la mano, Shisui se acercó y le limpió un poco la comisura de la boca qué tenía restos de comida.
