Nuestra Separación

Capítulo 6: Arrepentimiento

Hay veces en las que uno siente que ya no puede más, siente que todo se le cae encima, pero siempre evitan demostrarlo pues no les gusta que la gente se preocupe de ellos por "Tonterías", pero la gente que realmente los quiere se darán cuenta que algo está mal e intentaran hacer lo que sea para hacer sentir bien a esa persona.

- ¿Tú crees? -

-Así es-

-De verdad Jime no tienes idea de cuánto te amo-

Y era cierto, yo la amaba más que a cualquier persona en el mundo, pero no parecía que ella sintiera lo mismo que sentía cuando nos conocimos, es más parece que solo quería algo de mi

*Cinco días después*

*Santiago se despierta*

-Ah, ¿qué día es? -

-Hm, cinco de enero-

-A qué bien, es mi cumpleaños-

Yo sabía que ese día seria uno cualquiera, pero no pensaba que estuviera conmigo ese día...

*5 horas después*

*Tocan a la puerta*

- ¡¿Quien!? -

-Este... ¿se encuentra el señor Santiago? -

- ¿De parte de quién? -

-Ah disculpe, es que le vengo a entregar un paquete-

*Abre la puerta*

- ¿De quién es ese paquete? -

-Suyo señor-

-No, ósea, ¿quién me lo da? -

-Ah, se lo manda un tal Brayan-

- ¿B-Brayan? -

-Si, algún problema-

*Empieza a llorar*

-N-no-

-Ok entonces aquí tiene, gracias, bonito día-

-Gracias igualmente-

*Se mete a su habitación*

- ¿De verdad?, ¿Brayan? -

- (¿Pero y si es algo malo?) -

- (No creo, él no me haría daño) -

*Abre el paquete*

- ¿Qué es esto? -

- ¿Una carta? -

- (Santi perdón por no ir en persona a arreglar las cosas, pero solo quiero decirte que no importa lo que suceda, tú siempre serás mi hermano del alma, te quiero y disfruta este tu día, feliz cumpleaños.

Ah por cierto ahí te dejo todo el dinero que te debía gracias) -

-Ese Brayan, algún día iré a hablar con el-

Para solo ser una carta es bonito que aun con todas nuestras diferencias se tome el tiempo de hacer eso por mí, sin importar el momento por el que él este pasando

- (No puede ser que el sí me allá dado algo el día de mi cumpleaños y yo ni una felicitación le allá podido dar) -

*Vuelven a tocar a la puerta*

- ¡¿Quien?! -

*Abre la puerta*

-Soy yo-

-Ah Jimena-

-Feliz cumpleaños-

-Gracias..., pero pasa-

-Ah, con permiso-

-Propio-

-Y ¿qué piensas hacer para el día de hoy? -

-Nada...-

- ¿Cómo que nada?, ¡vamos a salir! -

-Pero no tengo dinero-

-No te preocupes de eso yo me encargo-

*Se lo lleva de la mano*

Santiago: - ¿A dónde vamos? -

Jimena: -A algo que me dijiste que querías jugar-

*Se van*

Estaba dudando a donde iríamos, pero al final solo fuimos a jugar un rato billar, aun así, era un detalle muy bonito

*De regreso a casa*

- ¿Y qué tal te la pasaste Santi? -

-Bien gracias, ¿y tu como te la pasaste? -

-Pues genial-

*Se le acerca lentamente*

-Pues que bueno-

-Si...-

-O-oye no estas muy cerca-

-No, ¿Por qué?, acaso ¿Te pongo nervioso? -

-No es eso-

- ¿Entonces?, ¿Qué quieres de mí?, ¿No me habías dicho que querías que fuéramos algo más? -

-Si... pero no así-

-Ok... entonces a ver si esto te hace cambiar de opinión-