Capítulo 9

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El día de la fiesta de graduación de Año Nuevo, naturalmente, Ryan se quedó fuera. 

Inés, que normalmente le habría atragantado el corazón, esta vez no se enfadó ni buscó a Ryan.

 'Bueno, yo sabía esto.'

 Acabo de entender eso. Después de eso, Inés llamó a María, una doncella de séquito. 

"Mary."

 "Sí, señor."

"Cuando la revista Elton  sea entregado por la mañana, tráemelo incondicionalmente primero".

 Mary tenía una cara de perplejidad ante la orden un tanto repentina, pero luego asintió con la cabeza. 

"Lo haré, señora".

 Inés, que había devuelto así a María, fortaleció sucorazón.

 Ahora la única esperanza es el duque de Sussex.  De alguna manera recuperaré todo lo que me quitaron. Mi vida, mi trabajo, todo. 

Los ojos verde oscuro brillaron con frialdad. 

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Unos días más tarde. Como de costumbre, los ojos de Inés se abrieron como platos cuando abrió el anuncio de la revista Elton.

 Un pequeño texto en una esquina de la página del anuncio. Inés miró atentamente cada letra del anuncio como si estuviera tratando de memorizarlo. 

'Si fue la noche de hace tres días, seguramente... ' 

Era el día del baile de año nuevo organizado por la familia real. El día en que él y el duque de Sussex se encontraron a solas, revelando los secretos de las pinturas que se habían publicado bajo el nombre de Ryan.  Además, esta S inicial... 

¡Es el duque de Sussex! 

Estaba tratando de evitar los ojos de Ryan y contactarlo de alguna manera, pero no sabía que pondrían un anuncio en la página de anuncios.

 Inés, que se había estado riendo en vano, se levantó rápidamente. Mientras se cambiaba rápidamente de ropa y se maquillaba ligeramente, Mary se quedó perpleja e hizo una pregunta. 

"Señora, ¿va a salir?"

 "sí." 

Inés sonrió brillantemente a través del espejo. Entonces, la doncella se puso brillante y se aferró a Inés. 

"Es una muy buena idea, tal vez sales y cambias  de humor. 

"Gracias, María".

 La sonrisa de Inés se oscureció un poco.

Ahora, finalmente. Era hora de ir a cambiar mi vida. 

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 Enoch se sentó en el salón, sumido en sus pensamientos. Frente a él había un anuncio de la revista Elton publicado esta mañana. 

'Te dije que prestaras atención al anuncio, así que probablemente te enterarás y volverás pronto'.

 Los ojos verde oscuro que brillaban intensamente de repente destellaron en mi mente. Fue la curiosidad lo que movió a Enoch ahora. 

Hablando de la Condesa de Brierton, ella era una dama con un alto rango en el reino. Luego vino sola a Enoch y expresó mi opinión una y otra vez, incluso con una cara muy nerviosa.

La desesperación en esa actitud también era desesperación, pero sobre todo. 

'El Conde de Brighton... Si de verdad tienes a la Condesa como pintora sustituta.'

Cuando deje de ser tu sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora