Cuando deje de ser tu sombra

Capítulo 22

'Sea lo que sea, ahora es la edad que pronto pasará la edad del matrimonio'. 

Edward miró a Enoch insatisfecho y abrió la boca.

 "No sabía que tú, que solías mirar a las mujeres como piedras, incluso movilizaste a Elton  para hacer crecer tanto tu negocio". 

"Sí, vale la pena para la condesa de Brierton". 

Edward dudó de sus oídos por un momento. 

' ¿Qué dijo ese tipo grosero ahora? '

"... ¿La condesa es tan especial?"

 "Sí." 

Enoch respondió con firmeza. 

"Ella es un genio". 

"no... "

Edward no pudo ocultar su sorpresa. 

"Enoch, ¿estás diciendo eso?" 

"Así es. Esta es mi opinión, pero... "

 Enoch concluyó con voz seria.

 "Ella tiene el talento para sacudir el mundo del arte del reino en el futuro". 

"Hmm, la condesa de Brierton. ¿Quizás su nombre era Inés? 

Edward estaba sumido en sus pensamientos Inés Brierton. El Conde de Brierton ha sido una de las familias más prestigiosas del Reino de Lancaster desde la antigüedad. Riqueza, fama e incluso una larga historia comparable a la de la familia real. Es como una familia que lo ha ganado todo.

Inés, la única heredera de la familia, de quien se decía que era la mejor novia del reino. Edward podía recordar vagamente su debut social. Una chica joven y hermosa con cabello largo castaño oscuro en gruesas trenzas, decorada con flores frescas y vestida con un vestido blanco como la nieve.

 A primera vista, creo que era como un hada. Después de eso, Inés dejó de aparecer en los círculos sociales y había llegado la noticia de que estaba casada. 

'Solo sabía que tener un esposo y vivir una buena vida'. 

Si esa chica tranquila podía causar tal revuelo, tal vez su relación con su esposo no era tan buena. Edward, que parecía estar contemplando con la barbilla cruzada, de repente abrió la boca. 

"Entonces, creo que debería ir a la exposición una vez".

"¿Sí? ¿hermano?" 

Enoch hizo una expresión abiertamente desagradable. Edward miró a su hermano.

 "¿Por qué no puedo ir? Es un artista al que alabas con la boca seca, así que la quiero conocer en persona al menos una vez". 

"Deténgase."

 Enoch estaba colorado.

 "Aún así, la condesa está atormentada de un lado a otro. No hay necesidad de presionarla por mi hermano ni por nada... "

 "Enoch, ¿Cuál fue esa reacción?"

 Por un momento, los ojos de Edward se iluminaron Enoch se encogió de hombros. Cada vez que Edward hacía una mueca tan curiosa, era porque nada había funcionado para él.

"¿Sabías que has estado engañando a la condesa durante mucho tiempo?"

 "... Te equivocas." 

"Ah, podría ser un error. ¿Cuánto tiempo hemos sido hermanos? Edward puso los ojos en blanco con picardía.