—¡Ganamos, Sol!
El dibu Martínez se acercó para abrazarme cuando llevé a Oli a los vestidores para saludar a su papá, estaba bastante orgullosa de mi misma por haberme aprendido el nombre de los chicos. O al menos el de la mayoría de ellos.
—Si chicos, felicidades —sonreí emocionada y abracé a Emiliano con solo un brazo, pues con el otro sostenía a Oli—. Les dije que el factor sorpresa iba a funcionar.
—Sos la mejor.
Julián se acercó a mi con una gran sonrisa, estaba sudado al igual que todos pero eso no fue un impedimento para que viniera a abrazarnos a Olivia y a mi. Busqué con la mirada a Enzo cuando Julián empezó a besar los cachetitos de la bebé, pero no encontré ni rastros de él.
—Que buenas visitas —Leandro se acercó a nosotras para darnos un beso en el cachete a cada una y un mini abrazo. Noté como Olivia se puso colorada y algo nerviosa, y me pareció una imágen bastante tierna—. Giovanni se quedó embelesado con vos, vive hablando de vos.
Sonreí entercenida y recordé lo bien portados que eran todos los nenes que había cuidado, eso hablaba muy bien de sus padres.
—Es un amor, y Vicky también.
Leandro sonrió y asintió con la cabeza, casi de forma imperceptible.
—No se que les hiciste, pero están embobados con vos.
—Todos estamos embobados con ella —se metió Julián a la conversación, haciéndome sonrojar—. Si es un sol.
—Tampoco es para tanto —solté una pequeña risita y escuché varios silbidos, por lo que me di media vuelta.
Me encontré con una imágen bastante tierna y conmovedora al mismo tiempo, Enzo estaba completamente sudado y agitado. Se lo veía intentando recuperar la respiración mientras se despegaba la camiseta del cuerpo, pero en sus manos tenía dos ramos de flores. Uno de los dos era más pequeño, como de juguete.
—¡Llegó Romeo! Tarde pero seguro —lo escuché decir a Emiliano y no pude evitar reír.
Mi risa se cortó casi de forma instantánea cuando lo ví acercarse a mi con una de sus encantadoras sonrisas, no me percaté de que tenía a su hija en brazos y que seguramente era por eso que estaba acercándose de esa forma, tan...lindo.
Mi corazón latió con fuerza cuando se acercó a mi, pero abrazó y besó a Oli al mismo tiempo que le daba el ramo de flores más pequeño. La bebé reía ante los mimos de su papá y todos mirábamos la escena con ternura, no era normal ver a Enzo así.
—Y estas son para vos, si me las aceptas —llevó su atención a mí y como pude, lo miré a los ojos. Su mirada intensa estaba sobre mi, y su mano estaba extendida con el ramo de flores listo para ser agarrado.
—Gracias —susurré sorprendida y avergonzada, agarrando con delicadeza el ramo para oler las hermosas flores.
—Gracias a vos, Sol —me regaló una de sus lindas sonrisas y después agarró a Olivia en brazos, para poder abrazarme y darme un sonoro beso en el cachete.
Rápido pusieron música y agarré a Oli para sentarme en las bancas del vestuario y verlos divertirse, tiraban cosas de un lado a otro pero guardaban bastante precaución por la bebé. Enzo miraba para todos lados con nervios, lo noté porque tronaba sus dedos con velocidad una y otra vez, incluso cuando se sentó a mi lado, seguía haciéndolo.
—Cuando seas grande eso te va a doler —comenté para romper el silencio.
—¿Eh?
—Los dedos, de grande te van a doler si te seguís sonando así las articulaciones.
El rió y no comprendí por qué, hasta que bajé la mirada y me encontré con Oli durmiendo. Tenía la boca abierta y estaba babeada.
—Estoy nervioso.
—Sí, me doy cuenta —admití con una sonrisita—, ¿Me querés contar?
—Quiero invitar a salir a alguien. Normalmente no me cuesta mucho, pero ahora no sé, siento que es diferente —se rascó la nuca y no pude evitar sonreír ante su nerviosismo—. Siento que ella es la indicada.
—¿Por qué no la invitas y listo? Si dice que no, ella se lo pierde —me encogí de hombros.
—¿Y cómo se lo digo? Vos sos chica, deberías saberlo.
—Que observador —ironicé divertida—. No sé, tendrías que ser directo. Decirle que te gusta e invitarla a salir.
—No creo que eso funcione con ella, es bastante testaruda —arrugó la nariz y sacudió su cabeza—. No importa, ¿Querés que vayamos a comer algo los tres? Me estoy cagando de hambre y estos traen escabio nomás.
Reí, no mentía en realidad. Todos se habían bañado y después de eso, lo único que llevaban haciendo escabiar. Ni siquiera una pizza habían pedido, y la verdad era que yo también moría de hambre.
—Me parece bien —terminé aceptando.
Enzo agarró a upa a Olivia mientras yo juntaba todas nuestras cosas y me ponía mi bolso, además de agarrar los ramos de flores y acercarme a los chicos para saludar.
—¿Ya se van? —preguntó Nicolás cuando me acerqué a saludarlo.
—Si, vamos a ir a comer algo —respondió Enzo por mi—. Y no, no están invitados. Es una salida entre nosotros nomás.
—Che Sol —me llamó Julián, y lo ví bastante rojo. Supuse que sería por el alcohol—. Después te mando mensajes así coordinamos las clases de inglés.
—Dale Juli. Nos vemos chicos.
Salir nos costó bastante, todos querían sacarse fotos con Enzo así que nos llevó hasta un auto a mi y a Oli, para después volver y sacarse las fotos sin perturbar nuestra paz. O eso había dicho él.
—Bueno —el morocho se sentó en el lugar de piloto y frotó sus manos—, ¿Dónde quiere ir a comer mi bella acompañante?
—Está dormida Oli.
—Te estaba hablando a vos, Sol.
Solté una risita nerviosa y sentí como el color rojo se apoderaba de mis mejillas.
—No se, no conozco mucho en Qatar —confesé rendida—. Podemos ir a comer donde vos quieras, es peor que nada, ¿No?
—Mm, me parece que ya se dónde vamos a ir.
—Espero que no me secuestres.
—No, todavía no.
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Sobre Ruedas-Enzo Fernández✓
FanficTERMINADA Donde un papá soltero necesita una niñera que lo ayude con su bebé y las cosas del hogar, y una chica humilde sin recursos necesita trabajo. En situaciones así todo parece marchar sobre ruedas, ¿O no? •𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖥𝖾𝗋𝗇𝖺́𝗇𝖽𝖾𝗓 𝗑 𝗈𝖼...