dos

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El día de hoy, Jennie estaba en
la oficina de su mami. Decidió
acompañarla a su trabajo, pero desde
que entró a ese lugar. Notó que su
secretaria la miraba con otros ojos.

-Jennie.-Llamó su atención. Ella
estaba mirando por la ventana. ¿Qué
tienes? ¿Te sientes bien?

-Uhm, sí.-Rodó los ojos.

Lisa de inmediato se acercó a
Jennie y la abrazó por detrás.

-Te traje aquí para que pasaras
tiempo conmigo. Y además de eso que
me des placer.

-Pideselo a irene.-Hablaba de la
secretaria. De inmediato se separó de
Lisa se sentó en el pequeño sofá
de la oficina.

La mayor simplemente se limitó a reir.
Debía admitir que le causaba mucha
ternura que estuviera celosa. Pero
tenía más ganas de otra cosa.
Su gatita estaba molesta y ella sabía
como contentarla. Se acercó a ella
a pasos firmes, se colocó de rodillas
enfrente de ella. Cualquiera podría
pensar que le pediría matrimonio.
Pero, digamos que haría algo mucho
mejor.

Abrió a la fuerza las piernas de
Su pequeña. Como estaba molesta
intentaba cerrar las piernas, pero
Lisa no dejaba que lo hiciera.

Después de abrir sus piernas, comenzó
a jugar con la delgada tela de sus
bragas. Simplemente sin decir nada las
rompió, desgarrando con sus propias
manos la tela. Acercó su boca al coño
de su gatita.

-Ahhm, mami, no.-Gimoteó
intentando tapar su centro con sus
propias manos.

-Quiero chuparte, Jennie. Habló sin
más.

Comenzó solo pasando su lengua
caliente sobre el manojo de nervios de
su gatita. Simplemente paseaba su
lengua, torturandola un poco.

La menor puso sus manos sobre la
cabeza de su mami. Y enredó sus dedos en su cabello.

-Aaaahm m-mami, más.

Paseaba su lengua haciendo círculos
sobre su clítoris. Quería torturarla, su
pequeña gatita era tan sensible que
podía correrse solo con eso. Bajo su
lengua y comenzó a meterla dentro
de su coño, su lengua entraba y salía
del coño apretado de su pequeña.
Probando cada rincón de su coño y
probando sus jugos.

-Mami, no a-aguanto.

La mayor estaba esperando que se
corriera. Pero tuvo que detenerse
cuando escuchó a alguien tocando la
puerta de su oficina. Se levantó del
suelo, dejando a una Jennie enojada
por no tener Su orgasmo.

Abrió la puerta y así comenzó una
larga charla con una de sus empleadas.
Jennie podría jurar que su mami
estaba haciéndole ojitos a esa mujer.

-Quiero volver a casa...

Subí otro porque ando de batibuena.👻

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