cuatro

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-Vamos, quiero verte.

-Pe-pero, me da vergüenza.

-Muevete, Jennie.

Lisa estaba sentada en la cama.
Mientras esperaba a jennie, quería
verla, había comprado unas cuantas
Cosas para ella.

-Esto se siente raro.

-Rápido, quiero verte gatita.

-Literalmente, ahora sí soy una
Gatita.-Habló con una risa tan
adorable, que Lisa solo se limitó a
sonreír ampliamente.
Estaba ansiosa. Demasiado, pero
porque seguramente se veía tan
caliente.

Por fin salió. Una pequeña jennie con
un conjunto bastante revelador, por así
decirlo. llevaba puesta una mini falda
color rosa, con unas medias largas. Y
un crop top blanco, si se alzaba podía
dejar ver parte de su abdomen.

-Date la vuelta, quiero ver.-Esta era
la mejor parte.

-Mami, me da pena mostrarte eso.

-Date la vuelta, jennie.-Habló una
Vez más.

Jennie simplemente se limitó a acatar
las órdenes. Se dio la vuelta, su falda
se levantaba un poco. Pero había que
levantarla para mirar lo que había
abajo exactamente.

-Levanta tu falda.- jennie negó con
la cabeza.- Hazlo, te daré un premio,
compré nuevos juguetes, gatita.

Jennie levantó su falda, dejando
ver un plug de gato. Era una cola
de gato. Le había costado un poco
meterlo a la pequeña Jennie, quería
ayuda de Lisa pero le daba pena
pedírselo.

-Quieres probar los juguetes que
compré para ti?-Preguntó relamiendo
Sus labios.

Jennie no tenía idea, pero su cuerpo
se sentía tembloroso. Estaba realmente
ansiosa por lo que sucedería. Volvió
a darse la vuelta, mirando a Lisa
ahora. Y asintió con la cabeza.

Jennie se encontraba recostada
en la cama, boca abajo. Lisa se
encargó de meter lo que pasaría ser
un pequeño dildo, dentro de ella. Pero
Jennie no sabía que era una bala
vibradora a control remoto.

Lisa se encargó de inmediato de
jugar con las velocidades del control
remoto del juguete.

-¿Te gusta, pequeña puta?-Preguntó
Con una sonrisa al mirar Como se
retorcía jennie en la cama.

Jennie no paraba de gemir y gritar.
Aquel artefacto estaba tocando justo en
su zona sensible. Lisa simplemente
estaba disfrutando de observar como
su pequeña se retorcía de placer,
quería agotarla. Quería ver como
chorreaba. Para luego follarla ella.

aaahm, Lisa!-Gimió fuertemente.

-M-mami, qui-quiero sentir-te a ti, ah.
-Por más que intentaba hablar era un
poco difícil.

velocidades desde el pequeño control
remoto. Ver retorcerse a su pequeña la
estaba volviendo loca.
Lisa siguió jugando con ella
Sin más, la ojiverde salió de la
habitación. Dejando a su pequeña
Gatita con aquel artefacto de tortura.
Jennie no paraba de gritar o de
removerse. Sentía casi como si se fuese a orinar.

-Lisa, no me d-dejes con es-esto
adentro!-Fue lo único que logró
gritar.

No paraba de apretar las cobijas de la
cama. Ya su cuerpo temblaba. Se corrió
más de una vez.

En cuanto Lisa entró en la
habitación. Parecía tener un pequeño
regalo. Había comprado otro juguete,
un arnés con una bala vibradora en la
punta. Estaba realmente ansiosa por
probarlo con su pequeña.

-Date la vuelta.

Jennie con un poco de esfuerzo,
se recostó boca arriba. Abrió sus
piernas. Su coño estaba de un color
literalmente rojizo, y además de eso,
estaba chorreando, estaba realmente
mojada. Lisa se acercó y se puso
entre las piernas de jennie. Comenzó
solo frotando la punta del arnés sobre
su coño empapado.

-V-vas a meter es-eso? Lisa solo
asintió con la cabeza.- Es muy grande.

-Te va a gustar.

Fue lo único que se limitó a responder.
Comenzó a apretar la punta del
arnés sobre su entrada, amenazando
con entrar en ese dulce coño. Metió
solo la punta. Lo que le encantaba a
Lisa de las balas vibradoras, es que
empiezan a vibrar cuando están dentro
de la vagina.

-Ahh, mami!

-¿Qué pasa, gatita?

-Uhm, S-sac-alo.

viendo como el arnés entraba y salía
del coňo de jennie.

Lisa negó con la cabeza. Y de un
solo golpe lo metió todo. Embistiendo
contra el pequeño cuerpo de su
conejita. La punta del arnés vibraba
en el fondo de su vagina y eso la estaba
volviendo loca. Lisa disfrutaba viendo como el arnés entraba y salía del cono de jennie.

-M-mami.

Lisa soltaba pequeños gruñidos o
jadeos. Esto le causaba placer, ver a
Jennie en la punta de un orgasm0,
verla retorcerse de placer, Todo. Todo
de ella le causaba placer.

Comenzó a embestirla duro. Entrando
y saliendo rápido de su coño. Jennie
sentía su coño húmedo y caliente
reventarse en dos. Además de eso,
sentía Como vibraba y tocaba las zonas
sensibles de su coño.

-Lisa!- No podía parar de gritar.
Le encantaba lo que estaba haciendo
Su mami.

Lisa seguía en su trabajo. Sin
pensar en alguna otra cosa, no podría
distraerse por nada del mundo.
Torturar el coño de su pequeña era lo
mejor del mundo.

-Vamos, gatita. Su voz salió ronca.

-Correte para mí, como la puta que
eres.


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