"Acordes del Destino" nos sumerge en el vibrante mundo de Lana, una talentosa bartender con una pasión por la música. Un día, su vida da un giro inesperado cuando Axl Rose, el famoso cantante de una legendaria banda de rock, decide jugar a ser el cu...
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Termine de almorzar y me acosté en mi cama. Estaba teniendo un gran sueño, realmente este disfrutando dormir, pero Tamara me despertó de un portazo, otra vez...
—¡Lana! Me olvidé de arreglar mi alarma ¡Que llegamos tarde, levántate! —Me quito la manta.
—¿Que hora es? —Dije mientras tomaba asiento.
—Las... ¡cuatro y cincuenta! El bar abre a las cinco ¿recuerdas? —Observo su reloj.
—Pero claro que recuerdo. Solo dame un segundo. —Dije y ella cerró la puerta.
Me coloque el uniforme, nada del otro mundo la verdad, únicamente consiste en un jean azul, un polo negro ajustado, y un mandil negro, pero el mandil lo tomo cuando este alla ¡Ah! y también me tengo que hacer un moño, mi cabello es muy esponjoso, así que me lo ató, y también me ayuda a no tener tanto calor.
—¿Lista? —Me dió las llaves del auto.
—¿Cuando vas a aprender a manejar eh? —Entrecerré los ojos.
—¿Para qué? ¡Si te tengo a tí! —Me abrazó.
—Ya, vamos. —Me separé.
—Lo siento, olvidé que no te gusta mucho el contacto. —Hizo una mueca.
—No es eso, dijiste que vamos tarde. —Rei un poco.
—Bueno, en realidad son las cinco y veinte. —Se echo en mi cama.
—¿¡Me levantaste por las puras!? —puse mis manos sobre mi cintura.
—Perdon, olvidé que mi alarma estaba adelantada por treinta minutos.
—Ay, no sé cómo te soportó Tam. —Negue con la cabeza.
—Ni yo Lana, pero por algo eres mi amiga.
—¿Y que hacemos? —Me senté en el sillón del costado.
—Compre crema de Chantilly ¿Quieres?
—¿Y con que la vas a acompañar? —La mire confusa.
—Um nose, pero la crema de Chantilly es rica. —Me sonrió.
—Bien, cuando salgamos del trabajo compramos helado ¿Te parece? —Dije jugando con la llaves.
—Perfecto.
—¿No quieres ir al trabajo ahorita? —La mire.
—¿No es muy temprano? —Me miro obvia.
—Hay demasiado tráfico, Mira. —La llame para que pudiera observar desde la ventana.
—Bien, solo déjame ir por mi abrigó. —Dejo la habitación.
