𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭 (Hermione Granger)

Decisión.

Geraldine Philips, tenía que tomar una decisión pero... No sabía que carajos hacer.

Pasó toda la noche sin dormir, se la pasó viendo el techo durante horas. Su cabeza daba vueltas y vueltas, tenía que escoger entre dos chicas...

¿En qué momento se habia metido en ese lío?

Esa era la pregunta que más frecuencia tenía su cabeza.

Esa mañana estaba tan metida en sus pensamientos, que no se dió cuenta que la chica a su lado despertaba. Hermione iba abriendo los ojos poco a poco y sonrió al ver con quién había despertado después de haber tenido una de sus mejores noches.

Geralt pego un pequeño sobresalto  al sentir moviendo en sus piernas, pero sonrió al ver que se trataba de la pierna de Hermione jugando con las suyas. Lo ojos de la chica fueron a aquellos ojos café adorables.

Los ojos de Hermione era preciosos y transmitía paz. Brillaban de amor cuando la veía.

—Buenos días, niña bonita—dijo Geralt con una sonrisa y se acercó a Hermione abrazándola por la cintura.

—Buenos días—sonrió la castaña, acercándose lento a los labios de Geralt hasta besarlos.

Geralt le correspondió gustosa. No era un beso tosco ni con segundas intenciones, era uno suave y dulce, pedo eso no quitaba lo ardiente para ambas. Sus labios era adictivos, de eso estaba segura Geralt. Los labios de Hermione eran malditamente adictivos.

Los besaría toda la vida si pudiera.

La suavidad y el sabor la hacian tocar el cielo, el tacto de la castaña simplemente la llevaba al paraíso.

De un momento a otro, no sabía cómo habían pasado de besarse con cariño, a qué Hermione estubiera sentada en su regazo mientras se besaban apasionadamente.

Poco a poco, Geralt se fue separando de los labios de la castaña.

—Tengo que irme—susurró.

—Es sábado, puedes quedarte todo el día aquí conmigo—dijo haciendo un puchero adorable.

Geralt sonrió y dejo un beso corto en el puchero de Hermione.

—Es muy tarde, y quedé pasar toda la tarde con lo chicos—explicó.

—Bien—aceptó Hermione, bajándose del regazo de la chica.

Geralt salió de la cama y recogió su ropa del suelo para empezar a vestirse, Hermione la observaba detenidamente desde la cama bajo una sábana que cubriría su cuerpo desnudo.

—Voy a recompensarte, lo prometo, preciosa—dijo Geralt, sentándose en la orilla de la cama, una vez ya cambiada.

—¿Puedes pasar el día mañana conmigo?—preguntó Hermione.

—Me tendrás aquí desde muy temprano—asintió Geralt y se inclinó para besar a Hermione.

...

Geralt entró a su habitación y se tiró a su cama ignorando las miradas que le deban sus amigos. Estaba cansada de todo, lo único que quería era descansar.

Theo fue el único de los tres chicos que se puso de pie y le sirvió una taza de café de la cafetera que mantenían en la habitación para dársela a su amiga.

—Venga, casanova—llamó Theo dándole un almohadazo a la chica.

—¡Oye!—se quejó Gerald ceñuda.

—Café cargado y dulce, de nada.

—Eres un ángel—agradeció la chica, lanzándose un beso con gracia.