𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭 (Hermione Granger)

Bebé en camino.

Hermione caminaba angustiada por toda la habitación de Odette, sus mejillas estaban humedas y sus ojos dolían de tanto llorar.

¿Qué había hecho?

Se preguntaba aquello una y otra vez. Al ver por primera vez la prueba de embarazo positiva, demasiadas emociones la invadieron. Alegría y miedo. Se sintió felíz al saber que tendría un bebé con la persona que amaba, Odette, el amor de su vida.

Odette Leroy-Fournier. Hermione había quedado enamorada de la francesa desde que llegó a Hogwarts el año anterior para el torneo de los tres magos. Ambas chicas se interesaron una a la otra y Odette no iba a perder el tiempo con la bella castaña que había conocido.

El amor de las chicas había surgido del deseo que se tenían.

La francesa era más grande que Hermione en edad, tres años para ser exactos. Pero eso no fue impedimento para su amor.

Al Odette graduarse, se mudo junto a sus tres mejores amigos a un apartamento en Londres y trabaja en las noches en un bar de bartender, para en el día estudiar la carrera de medicina. Sí, Odette era nacida de padres muggles, los mismos padres que... no había visto desde los 15 años por problemas a su futuro.

Aún así, siempre mantuvo comunicación con Hermione y la visitaba muy seguido, invitándola a citas durante lo que llevaban de verano.

Una de esas citas había traído complicaciones. Pues Hermione tenía miedo de como reaccionaría su novia y sus padres por el embarazo. Sus padres no aceptaban a Odette, y Odette, antes de conocerla, tenía reputación de rompe corazones, era muy solicitada por chicas por su amigo que se traía entre las piernas.

Sí Odette no aceptaba al bebé, ella estaba perdida.

Hermione dejó de pensar en aquellas cosas horribles al oír como la puerta del dormitorio se abría, dejando ver aquella chica de cabello corto rubio.

—Herms, Mateo dijo que... me esperabas—las palabras de Odette se fueron disminuyendo al ver el estado de su amada—. ¿Que ocurre?

Como respuesta, Hermione corrió hacia su novia y se aferró de ella en un abrazo.

—Shh... tranquila, Mon amour—susurró Odette al escuchar que Hermione lloraba desconsolada—. Aquí estoy, aquí estoy... tranquila—decía mientras le acariciaba la espalda y el cabello a Hermione.

Al estar Hermione más tranquila, Odette sentó a la castaña en un sofá cercano y se puso de cuclillas enfrente para limpiar las lágrimas en las mejillas de la menor.

—¿Ya te sientes un poco mejor?—preguntó la francesa tomando a Hermione de las manos de forma cariñosa y de apoyo.

—Sí... —susurró Hermione, aún soltando algunas lágrimas.

—Dime entonces, ¿Que ocurre? ¿Por qué estás así, Ma chère?—quiso saber preocupada.

Hermione miró a los ojos, aquellos ojos azules la veían atenta. Dudo algunos segundos en decirle por el miedo que sentía... pero tras dar un suspiro sacó una de las pruebas de embarazo.

Odette tragó seco al ver la prueba y ver que salía positiva.

—¿Estás segura?—preguntó Odette con voz temblorosa.

—Muy segura—asintió Hermione, no me estaba gustando la reacción de su novia, se había puesto completamente pálida.

—A-aveces estas pruebas s-suelen equivocarse—señaló Odette.

—Me hice más de diez pruebas, casi compro todas la pruebas de la farmacia, Odette—dijo Hermione desesperada—. Todas han salido positivas.

—Dios... —Odette cayó sentada en el suelo, llevando sus manos a su rostro.