ADPOTANDO IDENTITDADES/Spider-Man

CAPÍTULO 1: Acuerdos de Sokovia

Mucha gente miraría alrededor de la mesa de conferencias asumiendo que Iron-Man o el Capitán América eran los más poderosos en la sala. Podrían pensar que Black Widow era la más intimidante, o que Scarlet Witch y su manipulación mental eran las más persuasivas. Mirarían alrededor de la sala de héroes reunidos casi como una reunión de negocios y asumirían que sabían y calcularon todas las amenazas. Estarían equivocados. Una fina sonrisa se asentó en los labios de Pepper Pott mientras sus manos descansaban en sus posiciones familiares sobre la tableta en sus manos.

Pepper sabía que le faltaban músculos, que le faltaba entrenamiento, que le faltaban poderes desde ese horrendo evento hace varios meses cuando casi muere. Eso no significaba que tuviera menos habilidad que cualquier otro miembro del equipo de los Vengadores. Dirigió Stark Inc. incluso cuando parecía que Tony estaba tratando de arruinarlo. Mantuvo contacto con SHIELD sobre el protocolo de los Vengadores a espaldas de su novio hasta que ya no pudo ocultarse más. Se quedó con él, con Tony Stark, con Iron-Man, durante el pánico de los Vengadores, el terror y la confusión del Mandarín, y durante la destrucción de Ultrón y todo lo que siguió. Eso casi había cambiado. Había estado cerca, tan cerca de pedir un descanso. No necesariamente una separación, solo un descanso. Casi lo había enviado a hacer esa presentación universitaria solo, pero al final... no lo hizo. No podía decir por qué exactamente, solo sabía que a pesar de todo lo que la había hecho pasar, la idea de perderlo dolía más que cualquiera de las pesadillas que la mantenían despierta por la noche. Ella era fuerte, y no la apartarían.

Ella no era de las que jamás serían subestimadas. Especialmente en este entorno particular. Cualquiera que se atreviera a oponerse a los Vengadores en esta sala estaba entrando en su mundo, y ella les mostraría quién tenía el verdadero poder de la reunión de la junta. El secretario de Estado no tuvo oportunidad.

Thaddeus Ross apenas había abierto la boca cuando Pepper se puso de pie con fluidez. Sus imponentes tacones resonaron clara y confiadamente contra el suelo de baldosas cuando tomó la carpeta abultada de las manos del hombre. "Acuerdos de Sokovia, ¿verdad? Me temo que tendremos que declinar. El hombre inmediatamente pegó una sonrisa zalamera de político. "Ahora, señorita Potts, no creo que entienda-" 

"Recibí un correo electrónico al respecto hoy, lo entiendo completamente".

"Um," interrumpió Steve, su comportamiento serio. "No."

"Sí", dijo Sam asintiendo, "¿Te importaría compartir con el resto de la clase?"

"Señor Ross está a punto de proponer un documento firmado por la ONU que les daría el poder de elegir cuándo, dónde y si los Vengadores actuarán. Debido a que los Vengadores no han tenido una verdadera fuerza reguladora desde el colapso de SHIELD, la ONU cree que son más descuidados. Temen que el anonimato del Vengador haya jugado un papel en los restos que ellos-nosotros-dejamos atrás. Estoy seguro de que también tiene uno o dos videos para intentar culpar a su acuerdo".

"No es 'culparlos' cuando realmente ocurrieron las víctimas y los daños". Argumentó el Secretario de Estado, su falsa sonrisa desapareció hace mucho tiempo. "Es solo señalar los hechos".

La CEO pelirroja simplemente agitó una mano con desdén. "A pesar de todo, vamos a declinar".

Tony se enderezó en su asiento, las bolsas debajo de sus ojos pesaban mientras su mente repetía su conversación con una madre angustiada mientras esperaba el ascensor. "Pep, ¿podemos al menos pensar en esto un poco más? Quiero decir, tener algo de control no sería...

"Tony", interrumpió ella, enérgicamente pero no sin amabilidad, "he trabajado al frente de un comité desde que me contrataste y te negaste a poner un pie en la sala de conferencias. Confía en mí cuando digo que no quiero a nadie a cargo de proteger el mundo".