A los 14 años me enteré de que Spreen había regresado a estudiar aquí, me alegre, lo admito, me emociono al saber que volvería a intentar ser su amigo. Pero cuando le pregunte porque me seguia ignorando perdí el interés y las esperanzas de seguir insistiendo no iban ir detrás él siempre.
[Edad: 14 años]
Fui a la estación de tren con Ama y mi madre, esta vez si que tendría el valor de preguntarle lo que quiero saber.
Mentiría si dijera que no estoy nervioso, es más, estoy tan nervioso que en cualquier momento puedo salir corriendo de aquí.
Vi a Spreen salir del tren junto con otra persona de estatura alta y de piel blanca.
En el momento que ellos bajaron, Ama, la madre de Spreen, fue a darle un abrazo. Yo ne quedé sentado junto a mi madre sin saber que hacer. ¿Debería saludarle?, ¿Decir un "hola" al menos?, ¿Preguntarle directamente lo que quería saber?, ¿O simplemente abandonar todos los planes que tenia y huir?. Todas esas preguntas se borraron de mi mente cuando me di cuenta que ya estaba sentado en el coche en medio de Spreen y la otra persona que parecía ser su amigo. Estaba algo incomodo, ellos hablaban pero yo no decía nada, había perdido el valor que tenia para preguntarle a Spreen lo que quería, otra vez...
- Ey, tú- me llamó el chico de piel blanca sacándome de mis pensamientos.
-¿E-eh?- dije con nerviosismo.
-¿Hasta cuando vas a esperar y bajar del coche?- me dijo en tonó de burla.
-Y-yo...- mire a mi alrededor, al parecer ya habíamos llegado a casa.
- Oye, responde cuando te pregunto algo- dijo con un tono más serio.
-S-si, lo siento- dije mientras salía del auto- No me di cuenta que ya habíamos llegado.
- Ey, Foolish, ¿Vas a entrar?- escuché la voz de Spreen detrás mío.
-Si, ya voy- respondió el que al parecer se llamaba Foolish.
Cuando vi a Foolish entrar, entre detrás de él, nuestras madres estaban preparando la comida y afortunadamente había llegado Quackity, quien se había convertido en mi mejor amigo.
- Suban a la habitación de Spreen para que jueguen todos- escuché decir a la madre de Spreen.
Al principio no quería ir, pero fui arrasando por Mariana. Al llegar a su habitación nos sentamos al borde de su cama y vi como encendía la play station para jugar.
-¡Has echo trampa!- dijo Mariana quejandose de Foolish.
-No es mi culpa que no sepas jugar y que te haya ganado más de cinco veces seguidas.- encogió sus hombros sin importancia.
- Solo fueron cuatro- reprochó.
- Igualmente, apuesto a que esta partida también la ganó yo- sonrió divertido al ver la cara de frustración de Mariana.
Y empezaron una nueva partida.
Mientras tanto yo me encontraba sentado con Spreen en la cama, él en una esquina y yo en otra.
Es hoy o nunca.
Me acerque un poco a él y este me miró sorprendido, yo simplemente sonreí con nerviosismo y abrí la boca para hablar más no emiti ningún sonido. Él se me quedó mirando esperando escuchar algo, pero nuevamente no salía nada de mi boca.
Estuve unos segundos pensando que decir sin sonar directo, pero supongo que lo de la sutileza no se me da tan bien.
-¿P-por qué me ignoras?- dije en casi un susurro.
Spreen simplemente suspiro y me respondió con algo que realmente no me esperaba.
- Simplemente el echo de tener que compartir día a día contigo a partir de ahora, me resulta...- paro un momento sus palabras para pensar en lo que diría- irritante... Así que te pediría el favor de que hicieras lo mismo que yo, no quiero problemas.
Dicho esto se levanto de su cama y salió de la habitación siendo observado por los chicos que aún se encontraban en ella.
Después de aquellas palabras mi mente se llenó de preguntas y una de ellas me tenía muy descolocado, ¿Por qué tendría problemas por hablar conmigo?, no lo entendía.
- Roier...- escuché la voz de Mariana llamándome.
-¿Q-qué?- pregunté algo triste.
Mariana iba a responder algo, pero Foolish se adelantó y se acercó a mi.
- Toma- dijo mientras extendía un pañuelo hacia mi.
Rápidamente toque mis mejillas y me di cuenta que estaban húmedas por las lágrimas. Acepte el pañuelo mientras susurraba un "gracias". Foolish sonrió levemente y se volvió a sentar a lado de Mariana para seguir jugando.
Si, ese fue el día en el que empecé a ignorar a Spreen, tal y como el había pidió. Antes intentaba mantener una conversación, ahora no digo nada, al menos que nuestras madres estén cerca o él me salude primero.
Nos hemos comportado de esa manera durante dos años, ahora con 16 Spreen comenzará a venir al mismo instituto que yo, por probablas que tuvo en su anterior instituto, ¿Qué cómo lo sé?, ¿Se olvidan que su madre y la mía son mejores amigas?. De esta forma yo se todo lo que le pasa a Spreen, mi madre me lo cuanta sin ni siquiera preguntarselo.
Durante estos dos años no ocurrió nada interesante, supongo. Bueno, como ya saben mi mejor amigo es Mariana, pero Foolish también se convirtió en uno desde que me entregó los pañuelos para limpiarme mis lágrimas. Desde ese momento empezamos a hablar más y me di cuenta que vivía cerca de mi casa.
Confío mucho en ellos, incluso les conté mi historia con Spreen y el porque no nos hablábamos, ya que siempre tenían curiosidad al saber eso.
Dentro de poco comenzarán las clases y tendré que verlo todos los días, como si verlo los fines de semana, ir de viaje juntos y celebrar cada fiesta de cumpleaños juntos también, fuera poco.
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𝐈𝐠𝐧𝐨𝐫𝐚𝐦𝐞 《sproier》
Fanfiction"A su corta edad Spreen y Roier eran buenos amigos, se querían mutuamente y pasaban todo el tiempo juntos; reían, jugaban y se cuidaban entre ellos Y eso nunca cambiaría ¿verdad?" ─────────────── -¿P-por qué me ignoras?- -Simplemente el hecho de com...