CAPITULO 2

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POV ROIER

Spreen y yo...

Nuestra relación se basa prácticamente en no hablarnos, no me malinterpretes, no nos odiamos, pero tampoco nos queremos.

Simplemente pasamos el uno al otro, mínimo mantenemos una conversación de dos frases que se basa en un "hola".

¿La razón?, ni yo mismo la sé.

Todavía me acuerdo los días en los que reía junto a él de cualquier cosa, pero eso fue cuando a penas eramos unos niños de 3 años. Pero bueno, eso fue el pasado, ahora ya no tiene importancia... al menos para él.

Quizás no sepa la razón exacta por la cual me ignora, pero doy por hecho que ya no me trata como antes desde que me tuve que mudar a Monterey.

A los 7 años me fuí de la CDMX con mis padres por cuestiones de trabajo, que en ese entonces yo estaba odiando ya que me separaban de Spreen.

Supongo que el destino nos quiso separar, aunque fue ese mismo maldito destino el que nos hizo nacer a la vez y que...hizo más cosas...

Bueno, sigamos.

Cuando nos trasladamos a Monterey mi madre perdió contacto con su mejor amiga, Ama y por consecuente yo con Spreen.

Me pregunto que hubiese pasado si no hubiésemos perdido contacto durante todos esos años, quizás no me ignoraria o quizás lo siguiese haciendo, quien sabe, nunca lo sabremos.

En fin, siempre me desvio del tema, soy algo distraído.

¿Por dónde iba?

Oh si...
 
Cuando cumplí 10 años mis padres y yo regresamos a la CDMX, mi madre había recuperado el contacto con Ama y habían quedado para verse nuestras familias.

Ese día fue el día más vergonzoso de mi vida, no entraré en detalles.
Solo diré que vomitar frente a tu antiguo y primer amigo no es que digamos el mejor encuentro.
Quizás ese sea uno de los motivos por las cuales no me habla.

Después de ese día tan bochornoso, del cual prefiero olvidar, mis padres y yo visitamos continuamente la familia DMC y la verdad me resulta incómodo. Yo no sabía que hacer cuando me encontraba en la habitación de Spreen, la mayoría de veces ni me dirigía la mirada, resultaba muy escalofriante.

{Edad: 10 años}

Me encontraba de nuevo en la habitación de Spreen sentado en una de las esquinas de la cama mientras el jugaba videojuegos en la play station.

Yo solo me dedicaba a mirar la pantalla en donde se podía ver la batalla que tenia Spreen y al parecer estaba  ganando.

–¿Queres jugar?

Me sobresalté cuando escuche su voz, la única vez en la que me dirigió la palabra fue para decir un simple "hola".

Mire a Spreen que esta extendiendo uno de los mandos hacia mi sin mirarme. Lo tomé dudoso pero con una sonrisa en mi cara. Me acomodé a su lado y empezamos a jugar una nueva partida. Mire de soslayo a Spreen y pude ver como se formaba una pequeña y agradable sonrisa.

Jugamos en silencio, pero no era un silencio incómodo, más bien era tranquilizable.

Esa tarde fue la última vez en ese año que vi a Spreen. Al día siguiente me enteré que se fue a Buenos Aires con su tía a estudiar.

Me pregunto si fue por eso que me trató de manera agradable y no me ignoro como lo llevaba haciendo desde hace unos meses cuando regresé.

𝐈𝐠𝐧𝐨𝐫𝐚𝐦𝐞 《sproier》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora