capitulo 3: Ciénaga

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La incomodidad lo inundaba, sentía dos miradas fijas en su persona y una de ellas parecía más clavarse en una parte de su anatomía, solo bastó mirar de reojo para entenderlo, ese tipo extraño lleno de agujas en en la cabeza y más allá ese "payaso" que estaba mirando... ¿Dónde exactamente? Tenía la mirada baja y sonreía como un pervertido ¡¿A caso veía su trasero?!. Se había movido para adelantarse y perderse un poco entre los demás cazadores casi rogando que solo era imaginación suya y ese tipo no lo estuviera mirando así ni en "esa" parte de su anatomía.

- Concéntrate...

Se susurró y observó el lugar con detenimiento, debía al menos saber a qué se enfrentaría y tener una idea de lo que le esperaba en ese exámen.

- "¿Y ahora qué?"

Fué lo que pensó en ese momento.

"Ahora te mostraré"

Esas palabras resonaron en su mente, fueron como un sorpresivo golpe.

-Mn...- Se sintió mareado por unos segundos y fue algo tan repentino.

Cerró sus ojos y llevó su mano derecha a su cabeza, de un momento a otro sintió una dolorosa punzada cerca de su sien que lo dejó algo aturdido y fue cuando vio unos flashes de escenas que  cruzaron por su cabeza y lo único que quedó intacto en ese momento fue... ¿Un extraño ser similar a un mono? Si, eso parecía. No era la primera vez que tenía ese rodaje de imágenes por su cabeza, no obstante seguía sorpendiendolo.

-Un mono ...raro...- murmuró para si mismo, llamando la atención de Gon y Killua que estaban cerca suyo en ese momento.

Fue en ese momento que el examinador Satotz habló llegando a  llamar la atención de todos empezando la explicación sobre el pantano en cuanto la niebla empezó a aclararse.

- Pantanos Numele, también conocidos como la Ciénaga de los Tramposos. Para ir al lugar de la segunda fase, debemos pasar por aquí. En este pantano habitan todo tipo de criaturas que engañan a los humanos para alimentarse de ellos. Deben seguirme con mucha atención. Si esas criaturas los engañan... morirán.-

Lo único que pudo pensar en ese momento fue en los vampiros, esas criaturas con formas humanas que engañaban y seducían a sus presas con el fin de alimenatrse de ellos y llevarlos a la muerte.

Mientras hablaba, la puerta de detrás se cerró, dejando a un desafortunado aspirante que casi se arrastraba por las escaleras fuera del examen, los demás supieron que ya no había manera alguna de retractarse y volver atrás. De todas formas ya habían sido advertido antes, por lo que siguieron mirando a Satotz, intentando prestar atención a su explicación.

- Éstos seres utilizarán todos los medios posibles para engañarlos. Un ecosistema en el cual las criaturas obtienen comida a través del engaño. De ahí el nombre de Ciénaga de los Tramposos. -mientras hablaba se giró, dándoles la espalda seguramente preparado para empezar a caminar de nuevo- Mantenganse cerca de mí es primordial para evitar ser engañados.-

-¡ Qué tontería!, ¿cómo van a engañarnos cuando sabemos que nos van a engañar? -soltó Leorio, Zero lo miró de reojo.

- A veces... Caes fácilmente en la trampa aún sabiendo lo que son capaces esas criaturas...- dijo Zero.

Volvió su vista al frente, pudo notar la mirada de Leorio sobre él pero no prestó atención.

- Oye, tu...- el de traje trató de reclamarle al peliplata.

- ¡No dejen que los engañen! -un grito interrumpió lo que le iba a decir Leorio a Zero.

- Acabo de decir que no lo harán... -respondió Leorio, girándose a mirar en dirección al grito.

Ojos Escarlatas [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora