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Ya han pasado 4 meses desde que Bright encontró a Win en esa bolsa de basura, afuera del mirador.

Los mejores meses de su vida.

Nunca la había pasado tan bien con alguien. Win es tan diferente a las personas que conoce.

Estos últimos meses le han dado a conocer que Win no es solo bonito por fuera, sino que lo es aún más por dentro. Es alguien tierno, amable, sensible, cariñoso, dulce, y respetuoso; pero lo mejor de todo... es único.

La confianza entre ambos es mucha, ya hasta se tutean. Se cuentan todo siempre. Win es como el amigo bebé de Bright. Porque así lo ve él, como su bebé; tierno, pequeño e inocente.

Win es perfecto a sus ojos.

Y no puede creer lo bonito y perfecto que se sigue viendo mientras llora en su hombro.

Win le contaba sobre toda la mierda que le hicieron antes de que lo encontrara en esa bolsa de basura.

—A-abusaron de mí, Bai—Confiesa ente hipidos y temblores abrazado al mayor.—Y-y no fue solo una vez, sino muchas, m-muchas veces—Su cuerpo tiritaba de miedo encima del azabache. Bright lo apretaba con fuerza en sus brazos mientras lágrimas salían de sus ojos—Y no fue solo él—continúa temblando—También t-todos sus empleados...T-todos sus empleados incluyendo sus amigos—Solloza ocultando su cara en el hombro del mayor.

Su historia le avergüenza, y aunque todos digan que no, él se culpa internamente por lo que sucedió; se siente sucio, asqueado y sin ser merecedor de ningún tipo de amor.

Bright siente una mezcla de rabia y tristeza burbujear en su interior, ¿cómo se atrevían a hacerle eso a alguien como Win? A una dulzura de persona, muy pequeña quien solo provoca mimarlo en cuanto lo ves. Bright tiene ganas de encontrar a esos idiotas y reventarles las caras a golpes aunque sea lo menos que merecen.

Win se acomoda sobre el regazo de Bright y este acaricia su cintura lentamente mientras seca sus lágrimas suavemente con su pulgar, estás siguen saliendo, así que solo lo abraza mientras lo mese en sus piernas y sisea sin poder evitar el llorar de impotencia.

Bright se queda en silencio solo acompañándolo y mimándolo hasta que Win retoma el habla.—Todos los días me maltrataban y abusaban de mí, siempre me quedaba sangrando en el piso, pero a nadie le importaba—Sus pequeños ojos se vuelven a llenar de lagrimas y suelta un pequeño gimiquido—Me embaracé más de una vez, y siempre me obligaban a abortar.—Bright lo mira con impresión, si bien todo lo que le había contado era cruel de principio a fin, esto ya era demasiado.

—Decían que les daba mucho asco la idea de tener un hijo conmigo, que yo era alguien solo servía para eso; gritar, que me metan un pene hasta sangrar, y luego irse—Su llanto aumenta y se le dificulta respirar—Tengo mucha suerte de que ninguno de ellos me haya trasmitido una enfermedad sexual... Yo no lo hubiese soportado, Bright.—El mayor lo mira con lástima y sisea aún llorando.

—Tranquilo bebé, ahora nada va a pasarte, porque yo estoy aquí, estoy contigo.—Levanta su menton para obtener una vista completa de su cara y dejar un pequeño beso en su mejilla empapada.

—No se ni cómo terminé en una bolsa de basura, lo ultimo que recuerdo es que veía oscuridad y de repente te vi ahí. Muchas gracias Bai, gracias por ser mi héroe, mi salvador. Gracias por quererme, por cuidarme, por estar al pendiente de mí desde que me tragiste aquí, haz hecho tantas cosas por mí, que no sé de que manera agradecerte—El mayor acaricia su cabello con ternura y lo mira a los ojos.

—Con verte sonreír es más que suficiente, bonito. Y quiero que sepas que no me debes nada, que todo esto que hago, lo hago por el cariño que te tengo, Win. Te convertiste en alguien importante para mí, te volviste indispensable en mi vida, Win.—y sonríe al ver a su pequeño reír, aún con lágrimas en sus ojos.

—Te quiero mucho, Bai—El menor se abraza a este por el cuello, como si de un koala se tratara—Prométeme que vas a quererme siempre y nunca me vas a dejar solo... Yo no lo soportaría, Bright.

Win siente una gratitud inmensa por el hombre que le salvó la vida. Un hombre que le dio todo sin pedirle algo a cambio. Un hombre que no lo obligó a hacer cosas que él no quería hacer. Un hombre que por primera vez lo trató como un ser humano y no una cosa deplorable a la que se escupe y se lastima, y tal vez... solo tal vez, Win confío demasiado en aquel hombre por amor.

—Lo prometo, bonito.—Dijo mientras besaba su cabello y este sonreía con lágrimas secas en las mejillas.

—Nunca dejes que ellos me lleven de nuevo, por favor. No los quiero ver nunca más, Bai. No quiero sufrir de nuevo y sentir que solo la muerte podría hacerme feliz; no los dejes, por favor.—Suplicaba con ojos nublados mordiendo su labio inferior.

—No Win, te juro que ya no pasará, y si lo intentan, tendrán que matarme primero. No permitiré que pases por eso de nuevo. Ahora estoy yo aquí, y tú estarás conmigo para siempre—El menor asiente a todo lo que dice, feliz de poder sentirse seguro por primera vez en su vida, con unas tremendas ganas de besarlo.

En estos ultimos meses ha tenido varias oportunidades para hacerlo, pero su temor es más grande que su deseo. Sí, siente que ama a Bright y quiere darle todo aunque no tenga nada para que sepa cuan agradecido está con él, pero no sabe si Bright lo ama también, y eso frena todo lo que pudo haber hecho, porque teme decepcionarlo.

...

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Perdóname - Br!ghtwin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora