Los animes, películas, o videos de terror y de gore (sangriento) no solo te divierten.
También son adictivos, y en casos extremos pueden influenciar tu manera de pensar, una buena parte de sicópatas homicidas han nacido por esta razón. Por ejemplo
En el 2008 un niño mato y mutilo a su propio gato porque le divirtió verlo en un anime