Stefanielle one shots (Gip)

La extraña de enfrente pt 2

Estaba parada frente al espejo del baño después de haberme dado una ducha, mirando las pequeñas marcas en mi cadera, y me preguntaba, como una persona tan pequeña tiene la fuerza para dejar este tipo de marcadas.

Comencé a recordar cada segundo de la noche anterior, como se la chupaba, como era tan ruda al entrar y salir de mi, y sin darme cuenta ya estaba frotando mi clítoris, seguí con ese movimiento, me mojaba cada vez más, hasta que se escucharon unos golpes en la puerta.

- Hija, te dejaron un paquete en la entrada, lo pongo en la cama, no tardes que estamos por desayunar.- un paquete, de quién diablos? Pensé.

- Sí Ma, ya bajo, empiecen si quieren no tardo.- escuché la puerta de mi habitación cerrarse, y comencé a vestirme, igual no quería seguir pensando en ella.
Cuando salí había una caja negra en la cama con un pequeño moño del mismo color, se me hizo extraño, nunca recibía paquetes, me acerque y lo tome.

Quite el moño y abrí la caja, podía imaginarme muchas cosas pero ninguna se acercaba siquiera un poco a lo que veía, saque un conjunto de lencería de encaje negro con detalles rojos, medias y un ¿liguero? Esto es un liguero, pero que carajos, seguí buscando en la caja y debajo del papel que cubría el conjunto había una nota.

No puedo esperar para verte en el
Te espero esta noche, ya sabes cómo entrar.

Danielle S.

Es de ella, debía suponerlo, no sabía qué hacer, quería volver a follar con ella, pero esto estaba pasando muy rápido, deje esas ideas, bajé a desayunar y salí a la universidad.

Estaba acostada, tenía varias horas que había llegado de la universidad, eran las 7 de la noche y estuve pensando toda el día en la noche anterior en cuanto lo disfruté y cuánto quería volver a sentirla, pero me sentía una zorra, ni siquiera nos conocemos, ella ni
siquiera conoce mi nombre.

Estuve así unos minutos más hasta que me decidí, me metí a bañar, me puse el conjunto con solo un abrigo encima, total de que sirve la ropa, cheque la hora y eran 8:15, creo que es la hora.

Cruce la calle, fui a su jardín trasero y busque la llave, entre.
Había un par de luces encendidas, cruce la cocina, me dirigía a la sala cuando sentí sus brazos abrazarme por la cintura.

-A dónde vas, no es por ahí.- sin soltarme comenzamos a subir las escaleras, no podía negar que tenía buen gusto, llegué a entrar varias veces a esta casa y era una común, ahora era irreconocible la modernizó bastante, claramente se veía que alguien joven vivía ahí, entramos a su cuarto, todas las paredes eran blancas, la demás decoración era negra, me gustaba bastante.

- Déjame ver cómo te quedó lo que te envié.- su tono de voz claramente había cambiado podía escuchar lo ronca y excitada que estaba, eso me ponía a mi bastante. Se sentó en la orilla de la cama dejándome a mi de frente, sin más quite el abrigo.

- Te queda perfecto.- se puso de pie frente a mi y tomo mi cara con ambas manos, se acercó y comenzó a besarme, algo lento, poco a poco subió de nivel, acarició con su lengua mi labio inferior y abrí más la boca, cuando pude sentir su lengua me sentí pérdida, quería más, mi centro se mojaba cada vez más.

- Ven.- tomo mi mano y me dirigió a la cama.

- Acuéstate boca abajo en el centro de la cama .- sin más obedecí, solo quería sentirla dentro de mi, escuché sus pasos alejarse, no tardó mucho cuando sentí la cama moverse, ella se acercaba, tomo mi mano y puso una esposa, la aseguró en el barrote de la esquina de la cama, he hizo lo mismo con la otra pero al otro extremo, no negare que me asusté un poco, nunca lo había echo.

- Tranquila, no pasará nada que vayas a disfrutar.- supongo que vio mi cara de susto.

- Espera, para que es esto.- le dije cuando sentí una pequeña tela cubrir mis ojos.- Confía en mi, después de esto cada que te folle pedirás que te lo ponga.- como que cada vez, para mí sería la última, estaba segura de ello.

Bajo de la cama y sentí que tomaba mi tobillo solo para hacer lo mismo que con mis manos, una pierna en cada extremo de la cama.
Me sentía expuesta, estaba prácticamente abierta y con los ojos tapados.

- Sí pudieras ver lo que yo veo, creeme, te darías a ti misma.- sentí como se acostaba sobre mi,
sentía claramente su falta de ropa ya.

- Haces esto siempre.- pregunté.

- No, a veces también las esposo de los barrotes de la ventana.- nunca deja de ser una idiota, bufé de enojo, ella sólo comenzó a besar mi nuca y así fue bajando.

- Te refieres a traer extrañas a mi casa, sin siquiera saber su nombre, tomarme el tiempo de elegir la lencería correcta para su perfecto cuerpo y después la caja que vaya bien con el contenido, sí es eso, no, no lo hago, tú me gustas demasiado.

No negare que me gusto escuchar eso, ella seguía bajando y dejando besos en mi espalda.
Abrió mis nalgas y pasó la lengua por ahí.

- Te han dicho alguna vez lo bien que sabes.- comencé a mover las caderas en su cara, aquello era único.

Sentí su erecto pene jugar en mi centro, lo humedeció lo suficiente y entro en una en mi.

- Me encanta lo apretada que estás.- comencé a gemir cuando hacía movimientos lentos, se movía en círculos sin salir de mi.

- Vamos Danielle ve más rápido.- No dejaba de moverse lento y yo ya no aguantaba, quería llegar, la escuché reír.

- Solo si me dices tu nombre.- oh eso no va a pasar, si lo llega a saber no será por mi.

- Eso no va a pasar.- volvió a reír y salió de mi.- Eso crees tú.- lo último que dijo para alejarse.
Sentí como trataba de ponerse de bajo de mi, quedamos en una posición bastante apretada, me tomo de las nalgas y comenzó frotarme en su estómago, dios porque es tan buena en esto, comenzaba a moverme más rápido, sentía el orgasmo llegar, ella besaba mi cuello y me movía más, y otra vez dejo de frotarme, me sentía frustrada, mi clítoris dolía, salió debajo de mi y volvió a ponerse detrás

- Deberías apretar los barrotes, esto será duro.- no me dejó procesar cuando comenzó a meter su gran pene en mi ano.

- Mierda Danielle, duele.- estaba segura que me rompería, dolía y mucho, comenzó a embestirme más rápido y no dejaba de dolerme, yo solo gritaba y ella no paraba, yo no quería que parará, dejo de dolerme y comenzó a gustarme demasiado, era algo nuevo.

- Así Danielle sigue, dios ahh.- y si, volvió a salir de mi.

- Dime como te llamas.- no conteste.

- Perfecto, no pararé hasta que me lo digas.- claramente no entendí de lo que hablaba hasta que vino lo siguiente.
A la vez que sentía como se posicionaba en la entrada de mi centro, con otra cosa comenzó a estimular mi ano, podía sentir que era un dildo, entro en mi al mismo tiempo que metía el dildo atrás, sentí como podía desmayarme ahora mismo.

- Como te llamas.- Dijo.

- Joder ahhh No voy ahhh decirte nada.- me tomo del cabello, entraba y salía de los dos lado más rápido.- Sigue por favor no pares.- era toda gemidos.

- Como te llamas.- soltó mi cabello para comenzar a azotar mi trasero, me penetraban por ambos lados tan rápido, podía sentir escurrir su sudor, y me excitaba aún más, estaba a punto, nadie me había follado como ella lo estaba haciendo. Deje de pensar.

- Como mierda te llamas.- un orgasmo magistral me pegó, ella no dejaba de penetrarme, podía sentir un nuevo orgasmo.

- Como te llamas.- me vine de nuevo y no podía pensar, sentí como se corria dentro de mi, y logró hacerme llegar a un tercero.

- STEFANIA!!! Mi nombre es Stefania.- cayó sobre mi, aún estando llena por ambos lados.

Pasaron unos segundos después para sentir como sacaba el dildo de mi, aún dejando su pene dentro de mi, volvió a caer sobre mi.

- Todo un placer Stefania.- me dijo al oído, saco su pene, y me quito la venda de los ojos para después quitarme las esposas.
Me acosté boca arriba en la cama un poco adolorida, no sabía que dolía más, vagina, ano, brazos o piernas, pero vaya que fue lo más rico de la vida.

- Oye estás parecen muy reales.- dije tomando una esposa, ella solo sonrió acostándose a lado mio.

- Muchas cosas que no sabes pequeña Stefania, muchas.- me giró poniendo mi espalda en su pecho y me abrazó.

Muchas cosas?... Cerré los ojos para caer en un sueño profundo, sin dejar de pensar a qué cosas se refería...