Que demonios pt 3

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- Stefania!!!.- mire a Liam.

- Porque gritas?.- dije.

- Te estoy hablando, estás muy distraída.- le sonreí.

- Que decías?.- pregunté y me levanté de la mesa, tomé un vaso.

- Que hoy veré a tu novia.- tire el vaso y él se levantó corriendo.

- Estás bien?.- lo ví recoger los pequeños pedazos de cristal.

- Mi que?.- dije.

- Que hoy tenemos junta con tu novia.- dijo riendo y caminando de nuevo a la mesa, recordé la junta que tenía en la mañana, por la cual Liam se había dormido, y por la cual no había dormido Danielle, sonreí al recordar también lo tierna que fue.

Volvía a sentarme con él, y lo observé terminar de desayunar.

- Bueno, te marco al rato, te amo.- se levantó y me besó.

- Adiós.- dije acompañándolo a la puerta.

Caminé a la habitación, ella no salía de mi cabeza, sería muy estúpido ir, apenas la conocía, e hice lo mismo que la noche anterior, lo mandé todo a la mierda, tomé mi chaqueta y salí de mi casa.

Entre al edificio donde trabajaba mi esposo, no sabía que le diría, solo quería verla.

Comencé a sentir nervios, faltaba solo un piso, al abrirse las puertas ví a su asistente, eso me había puesto peor, estaba por dar la vuelta y regresar hasta que escuché su voz

.- Hola.- le sonreí.

- Hola, yo...- ella se acercó y me abrazó.

- Dime que vienes a verme a mí, sino tendré que besarle los pies a la persona que te hizo venir aquí.- reí.

- Esto es estúpido, pero, quería verte.- dije, ella sonrió ampliamente.

- Genial, ven.- tomo mi mano y entramos a una oficina.

- Espérame quince minutos, no tardó nada, firmó y regreso.- dijo.

- No, puedo esperar.- dije y negó.

- No te haré esperar, jamás haría eso.- se acercó y me besó.
Aquel beso nos había hecho suspirar.

- Me encantas, lo sabes?.- dijo acariciando mis mejillas.

- Esa es una de las razones por la que estoy aquí, me encantas Danielle.- ella volvió a besarme.

- No tardó nada, no te vayas.- me dió un beso en la frente y salió.

Caminé por la oficina y voltee al escuchar la puerta.

- Stefania?.- pasé saliva al ver a Liam.

- Hey, te estaba buscando.- dije sin pensar.

- Ya olvidaste dónde está mi oficina, vez como nunca me visitas.- se acercó, y tomo mi mano.

- Espérame en mi oficina, hablamos cuando termine la junta, no se cuanto tardará, así que vamos, voy tarde, por cierto, estaba vacía cuando entraste?.- asentí.

- Bien, vamos.- él casi me arrastraba, entramos a su oficina y él salió sin decirme nada.

Habían pasado los quince minutos ya, así que caminé de regreso a la oficina donde esperaría a Danielle , al entrar la ví sentada en el escritorio.

Ella corrió hacia mi y me abrazó.

- Carajo, creí que te habías ido.- dijo preocupada.

- No, lo prometí.- dije y la besé.

Ella se giró sentándome en el escritorio, metí mis manos entre su cabello.

Sus labios eran prácticamente de otro universo, nunca ningunos me habían hecho sentir tanto deseo de probarlos a cada maldito segundo.

Sentía su erección crecer cada vez más, me aleje y la observé.

- No podemos hacer esto aquí.- dije y ella sonrió.

- Quién lo dice?.- dijo acercándose a mi cuello.

- Pues, no, mira en donde estamos.- sus manos subieron poco a poco mi falda.

- Que es lo que no podemos hacer, esto.- dijo, después me levantó un poco y bajo mi braga.

- O esto.- volvió a besarme, eso me estaba enloqueciendo.

- Tal vez, hablas de esto.- dijo entrando en mi, la abracé con todas mis fuerzas.

- Ven conmigo, por favor.- me miró mientras entraba y salía de mi, su sonrisa y lo dicho me había hecho sonreí también.

- Juro, que te haré muy feliz.- apreté los ojos, al sentirla tan adentro.

- Te prometo que serás la única en mi vida.- reí, sus palabras, y que ella literalmente me estuviera cojiendo en una estúpida mesa, me estaba haciendo tan feliz, que no podía creerle que pudiera hacerme aún más feliz.

- Y todas las mujeres, que están detrás de ti todo el tiempo.- dije y ella se dejó de mover.

- Ninguna, y estoy segura que ninguna, te llega siquiera a la punta del pie, y eso debes saberlo ya.- sonreí, me moví un poco para que ella siguiera, y así fue, estaba casi por venirme, y estaba tan segura que ella también.

Recargue mi cabeza en su hombro, dejando que aquellas increíbles, interminables, y deliciosas descargas pasaran.

Levanté la cabeza y la miré.

- Gracias Stefania.- dijo.

- De que?.- pregunté.

- Por estar aquí hoy.- volví a abrazarla.

- Tengo que hablar con Liam.- dije.

- Espera quién?.- ella me alejó.

- Liam, es el nombre de mi esposo.- se alejó de mi y comenzó a acomodar su ropa.

- Liam, este liam?.- señaló afuera, y asentí.

- Él es un buen hombre, es guapo, entregado, un poco idiota, pero eso lo hace más lindo, no?.- dijo.

- De verdad quieres dejarlo por esto.- termino, señalándose, extendí mi mano y la acerqué a mi.

- Pero yo te deseo a ti, ahora, mañana, y estoy segura que por muchísimos años más.- dije y la besé.

- Estás segura?.- preguntó.

- Jamás lo he estado más en la vida.- dije, me levanté del escritorio y acomode mi ropa.

- Hablaré con él, sabes que necesito unos días para ver lo de mi divorcio y esas cosas, solo espérame, si.- ella sonrió y asintió.

- Esperaría una vida, si es necesario.- volví a besarla, jamás me cansaría de hacerlo, era de las mejores cosas en el mundo.

Ahora sí que sabía que demonios hacer, está vez iría por todo, y ese todo se llama Danielle Savre.

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Stefanielle one shots (Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora