— Cha Si-Yeon. — Me habló Taeh-Yun con un tono raro, el cual, para ser sincera, lo hacía sonar como al amargado mayor. Bastante frío para alguien tan sin neuronas como él, le quedaba mejor solo gritar insultos cuando se queda sin argumentos.
— ¿Sí? — Me dí la vuelta con la sonrisa más inocente que hayas visto.
— ¿A dónde se supone que vas? — Me miró amenazante, y luego observó mi bolso. Ay no... — Ni se te ocurra decir que a comprar porque cuando lo haces llevas el dinero en el bolsillo.
Ou... ¡Bien! ¡No te quedes sin esperanza Penélope, deben haber más excusas creíbles!
— ¿No tenías clase de esgrima ahora? — Intenté cambiar de tema al quedarme escasa de ideas.
— Tuvieron que desinfectar el lugar así que suspendieron el encuentro de hoy. — Se acercó aún más, con un aura de desconfianza viniendo de él. — ¿Adónde vas? — Repitió.
— A... ¿Buscar amigos fans de txt? — Dije no convencida de mi credibilidad.
— La mentira se te nota en el rostro, así que estás haciendo algo que se supone no debes hacer y por eso no quieres que lo sepa. Porque sabes que lo voy a decir. — Se cruzó de brazos.
— ¡Bien! Pero es... Complicado de explicar, acompáñame conmigo si no me crees. — Improvisé. La verdad es que se me ocurrió esto para pensar alguna excusa en el camino de... Sea donde sea que vayamos.
Lo ví arquear sus cejas, pero terminó abriendo la puerta sin decir una palabra. Al parecer accedió. Uff...
¡Gracias por no tener cerebro para que no se te ocurra la posiblidad de que esto es solo para darme más tiempo de pensar Cha Taeh-Yun, gracias!
Lo terminé llevando a quién sabe dónde, solo íbamos caminando, ya harta de que me pregunte cosas como "¿Ya llegamos?" O "¿Me estas tomando el pelo? ¡Mira que si ese es el caso te costará mucho!", solo miré el primer lugar que se me cruzara y lo llevé ahí, incluso sin prestarle atención.
— Wow, no esperaba que alguien tan tonta como tú tuviera novio. — Soltó impresionado, yo diría que más bien impactado.
— Oh, sí, yo tampoco lo esperaba. ¡Ey! ¡Espera! ¿A qué te refieres con eso?
Un momento... ¡¿Novio?!
Miré a mi alrededor. Una tienda de cursilerías... Felicidades Penélope, ahora vas a tener que conseguir un enamorado falso.
— Con eso quiero decir que no esperaba que existiera un chico con tales gustos tan malos como para fijarse en ti. ¡Pero de todos modos no puedes tener!
— Ya verás como si puedo. — Lo reté. Bien, sería capaz de parecer una desesperada con tal de conseguir un chico que me ayude a llevarle la contraria a este individuo el cual no fue capaz de adaptarse a la evolución humana y se quedó como simio.
— ¡Ja! ¡¿Y ahora me enfrentas?! ¿No eras una amargada antipática que solo estudia?
— Mimimi. ¡Por supuesto que te enfrento!
Estaba tan concentrada peleando que no noté que la chica de la caja (la cual tenía un acento raro, supongo que era extranjera) me estaba llamando.
— ¿Señorita? ¡Señorita! — Alzó su tono ya un poco harta.
— ¡Oh, claro! ¡Vooyy! — Le grité desde dónde estaba. — Quédate aquí que estás son cosas privadas.
— Sí, igual ni me interesa que clase de cartitas diciendo "ay te amo mucho mi osito de algodón de azúcar, chico más dulce del mundo de ojos lindos" y bla, bla, bla le mandes.
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Lo que resta del alma (La muerte es el único final para la villana)
Fanfiction(En edición) Mientras Cha Siyeon estaba en el cuerpo de Penelope Eckart, Penelope Eckart se encontraba en el cuerpo de Cha Siyeon.