Capítulo 1 (Actualizado)

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Nota de la autora: He remplazado la nota original por esta, quisiera avisarles que efectivamente ahora tienen nuevos nombres los hermanos de Penélope, por lo que les muestro quien es quien para que evitar confusiones.

Reynold: Taeh-Yun.
Derrick: Min-Woo. (Cómo cierto pixel que me cae mal al igual que él.)

Ahora sí, disfruten de su lectura. (Y HAY SEPARADORES POR FIN, YEEEEEEEIIII)

¿Es posible que de tanto caminar en círculos por el suelo se forme un agujero? Hasta ahora nunca lo había comprobado, pero estaba a punto de hacerlo

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¿Es posible que de tanto caminar en círculos por el suelo se forme un agujero? Hasta ahora nunca lo había comprobado, pero estaba a punto de hacerlo. Desesperada caminaba pensando sin parar, era algo totalmente imposible de aceptar. Me negaba a la realidad, no porque no me agrade, sino por cuestiones de que no está para nada normalizado reencarnar de la nada en la protagonista de una novela, o bueno, al menos no en la vida real, ya que eso solo pasa en la ficción.

"¡¿Soy Siyeon, la protagonista de la novela que leí?!"

Me miraba al espejo mientras analizaba si me había quedado loca o si me habían inyectado alguna droga por lo irreal que parecía esto. De hecho, no me sorprendería que Reynold hubiera mandado a alguien del castillo a darme pastillas disueltas en mi té, total, con todas las maldades diarias que me hacía eso sí sería normal.

-No, no, no puede ser el caso. Jaja, ¿qué pasa por mi mente para que me crea eso? Totalmente ilógico. -Intentaba sonreír para burlarme de mí misma, en pleno pánico.

Temía de que fuera brujería, magia negra, o algo satánico, esas cosas daban mucho miedo, y, en caso de que tuviera razón; ¡¿Qué clase de loco y por qué haría eso?! ¡¿Por qué justamente conmigo?!

Claro que, era posible que fuera alguien de la mansión, pero todo es posible, solo que no todo con un millón de posibilidades, diría que era una posibilidad única en un trillón, pues apesar de lo crueles que eran conmigo ese tipo de cosas estaban prohibidos en todo el imperio. Me cuestionaba como era que había sucedido esto.

Me miré al espejo una vez más, moviendo mi rostro, haciendo caras, como si fuera una niña que juega con su muñeca nueva y le interesa verla mucho para analizarla. Ciertamente no quería aceptar la realidad.

-Esto es mentira, esto es mentira, esto es mentira... -Inhalé y exhalé, debía mantener la calma. Alterarme no servía para nada más que causarme estrés.

Sabía que me tomaría unos días procesar todo esto.

Sabía que me tomaría unos días procesar todo esto

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Lo que resta del alma (La muerte es el único final para la villana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora