Aliit (Pausada)

11.-

—¿Sorgan? —Repitió Bo mientras se aseguraba de salir de forma correcta de la atmósfera de Tatooine, se habían quedado por casi una semana entera, aunque no precisamente para ver a Fett. Din la había llevado a Mos Pelgo, presentándole a Cobb Vanth y, además, escuchó la historia de cuando Din fue tragado por un dragón krayt —¿Por Farrik, que es eso?

Din estaba loco por dejarse comer por una maldita bestia como esa, pero, bueno, el mandaloriano algunas veces tenía ideas algo extremas que terminaban con buenos resultados.

—Es un planeta, un total agujero de skug, conozco una pequeña villa, los ayude junto a Cara porque estaban siendo atacados por asaltantes. Incluso había pensado en dejar a Grogu con ellos para evitar a los cazas recompensas cuando escapé con él de Nevarro pero, incluso ahí nos encontraron. —Le informo mientras Bo hacia el salto al hiperespacio—Tienen varios cultivos y también Krill, estaba pensando que, podríamos surtirnos directamente con ellos y no siempre desde Trask, el imperio podría notarlo y, tendernos una trampa o algo parecido.

Bo lo pensó, era una buena. Trask tenía presencia imperial y, lo mejor era evitar enfrentamientos con los remanentes imperiales. Estaban tratando de ser cuidadosos para no dar su ubicación—Es una buena idea, podríamos ahorrar cientos de créditos también. —Susurró ella—Negociemos y luego, podríamos ir directo a casa.

Din asintió y le dio las coordenadas a Bo.

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Sorgan

No había puesto estelar, así que Din le indicó dónde aterrizar. Bo, estacionó la nave en una zona boscosa lo suficientemente cerca de la villa a la que Din y ella irían. Sorgan era un planeta boscoso y pantanoso, casi le recordó a Corvus, el planeta en el Ahsoka se encontraba, demasiado verde, demasiado húmedo, tal y como dijo Din, un agujero de skug.

Bo siguió a Din mientras inspeccionaba los alrededores, árboles, y más árboles, plantas, charcos de lodo. —Un buen lugar para esconderse.

—Lo es—Susurró Din—Pero incluso los diablillos nos encontraron aquí.

Bo suspiró, cuando el imperio quería algo, no descansaría hasta encontrarlo. Al menos el niño estaba ahora con Skywalker, lo suficiente seguro y protegido, nadie los encontraría, sabía que el Jedi daría su vida para protegerlo. Caminaron por al menos media hora hasta que llegaron a la entrada del pequeño pueblito, enormes pozos de agua rodeaban los estrechos caminos que recorrían la villa.

—Krill—Dijo Din mientras le hacía una seña para que lo siguiera.

Bo camino tras él, mientras sentía la mirada de los pobladores sobre ellos. La gran mayoría se detuvo y con sus manos hicieron un saludo a Din.

—¡Mando! —Un hombre de cabello castaño y alargado se acercó casi corriendo—¿Eres tú, no es así? Bienvenido de nuevo—Le saludó estirando su brazo.

Din asintió y le dio un leve apretón de manos—¿Stoke, es así? —Murmuró tratando de recordar su nombre.

El hombre asintió, sonriendo—El mismo ¿Qué te trae por aquí? ¿Haz regresado con el niño? —Preguntó casi buscándolo con la mirada, pero, solo encontró el reflejo de una armadura pintada de azul—Oh... he, bienvenida—Susurró—Soy Stoke, un gusto.

Bo observó al granjero y asintió, sin responder el saludo.

—He venido para ofrecerles un pequeño negoció que tal vez podría interesarles—Expresó Din, siempre tan directo.

El hombre asintió, les hizo una seña y los llevó hasta una pequeña cabaña—¿Quieren algo de comer? Acabamos de preparar un sofrito picante de Krill, está fresco y también hay Spotchka, con el Krill sabe muy bien.