The one-Sterek.

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Derek observa la reserva, inspeccionando la zona incendiada. El Sheriff Stilinski, con quien venía trabajando a la par desde hacía un par de años ya, lo había llamado por una serie de incendios que se habían repetido al menos tres veces.

Toma una profunda respiración, intentando captar cualquier clase de aroma extraño, pero lo unico que puede reconocer es el aroma del Sheriff, Mason y Parrish, junto con algo de magia en el fondo. Niega con su cabeza antes de dirigirse hacia donde se encuentra John, a quien puede escuchar murmurar algo en tono amenazador hacia Mason. 

-Hijo, ¿Encontraste algo?.-Consulta, fingiendo una sonrisa. Derek eleva sus cejas, pero elige no pensar demasiado en ello. 

-No, en realidad no encontré ninguna pista. No dejó su aroma, solo puedo...-El teléfono de Mason comienza a sonar y el joven le da una rapida mirada. Parece algo nervioso e incómodo ante la vista del nombre en la pantalla. 

Corta la llamada.

-Decía que...¿No vas a responder?.-Derek consulta, un poco irritado ya. El moreno mueve sus manos con desesperación mientras niega con nerviosismo.-¿Quieres que responda por ti?.-Señala cuando el aparato comienza a sonar una vez más, luego de que el joven haya cortado la llamada. 

-Tranquilo, estoy seguro de que puede esperar.-Dice en tono amenazador el Sheriff, mirando de reojo a su ayudante. El chico asiente repetidas veces mientras, en la radio de Mason, la voz de Parrish resuena. 

-¡Necesito ayuda aqui con el hijo de Hale!.-John y Mason sonríen con falsa inocencia hacia el peli-negro, quien luce superado por la situación.-Es un verdadero dolor de trasero. 

-¿Robó de nuevo el Jeep?.-Pregunta, irritado. 

El Sheriff Stilinski le sonríe apenado. Derek suspira.

(...)

Eli entra con furia a la casa, cerrando la puerta de entrada en la cara de Derek. El mayor gruñe mientras la abre nuevamente para luego cerrarla con fuerza. Sigue a su hijo hacia la cocina y se quita la chaqueta, intentando colgarla en el perchero de la pared, solo logrando que éste se rompa y la campera caiga. El mayor cierra sus ojos por un momento, tomando una respiración profunda. 

-Tenemos que hablar, jovencito. Debes dejar de robar esa maldita chatarra.-Gruñe, tomando su chaqueta con más fuerza de la necesaria. Su hijo lo observa con diversión bailando en sus ojos.

-No hablaré contigo cuando estas borracho.-El peli-negro eleva sus cejas, du hijo sonríe con superioridad. Esa pequeña mierda.

-Eli, sabes que no puedo emborracharme.

-Para mí, luces bastante ebrio.-Eleva sus hombros, restandole importancia. Derek lo sigue cuando ve que el chico comienza a alejarse.-Además, ¿Por qué te preocupa tanto que robe esa chatarra? Crei que la odiabas. 

-Lo hago. Pero eso no quiere decir que puedes robarla.-Comenta.-No es nuestra, lo sabes.-Eli se queda parado en medio del pasillo y gira para enfrentar a su padre. Derek lo observa, frustrado.

-Lo sé. Es del hijo del Sheriff Stilinski.-Dice, observando atento al peli-negro. Luego, frunce un poco su ceño.-¿Por qué hueles así cuando hablo de él?.-Pregunta, intrigado.

Derek retrocede un paso.

-¿Así como?.

-Como la persona más miserable del planeta.-Eli dice.

-Porque tengo un hijo adolescente que no deja de meterse en problemas.

-No querrás que le diga eso al psicólogo.-Eli bromea, sonrisa pequeña tirando de sus labios.-Te hará ver como un mal padre.