The one-Sterek.

8

Eli, luego de su escapada hacia la casa de Stilinski, había notado a su padre un poco más tenso de lo normal. Su padre parecía una persona con un palo en el trasero la mayor parte del tiempo, pero para ese momento, parecía tener al menos diez.

Aún así, el joven no se quejó. Tampoco volvió a tocar el tema de Stiles. Comprendió, por primera vez, porque el castaño era un tema delicado. Había escuchado parte de la conversación que ambos adultos habían tenido la noche antes de volver que Beacon Hills. Y su padre lucia miserable todo el viaje de vuelta.

Tal vez nunca debió meterse en donde no lo llamaban. Pero él sólo quería ayudar.

(...)

Stiles suelta un suspiro, sus manos presionando el volante de su automóvil mientras sus ojos están fijos en el frente. Solo estaba esperando que la valentía lo golpeara porque los nervios le estaban ganando.

Maldiciendo en su interior, divisa a la persona que estaba buscando ingresar a la comisaria. Toma una respiración profunda y sale del automóvil, apresurado.

Se dirige hacia la comisaría e ingresa, saludando de manera rápida a los ayudantes. Divisa a Isaac detrás de uno de los escritorios y el oji-azul lo observa con sorpresa y luego con pánico hacia la oficina del padre de Stiles.

El castaño lo ignora y sigue su camino hacia donde el moreno había ingresado un par de segundos antes. Cuando se encuentra frente a la puerta, golpea dos veces.

-¡Pasa!.-Escucha a su padre gritar y obedece de inmediato. Entra y ve la espalda de Derek, quien se encuentra sentado frente al Sheriff. El mayor de los Stilinski le sonríe con cariño y eso parece llamar la atención del moreno, ya que gira su rostro hacia la puerta.

Bueno, no parece contento con la presencia de Stiles allí, a decir verdad.

-Es bueno verte de nuevo, hijo.-El sheriff se pone de pie y Stiles se acerca para poder abrazarlo. Luego retrocede un par de pasos, girando para mirar hacia Derek. Le sonríe pequeño, el moreno ni siquiera disimula su disgusto. O incomodidad. Stilinski realmente no sabe que es lo que sucede con él.-Bueno, no necesito presentarlos.-El Sheriff señala a ambos y luego le indica a Stiles que tome asiento junto a Hale.

El castaño obedece aunque teme por su vida por un momento. Siente que Derek lo asesinara en cualquier momento. Y tenía muchos años de conocerlo y de haber superado ese miedo, pero, al parecer, estaba volviendo.

-Broma innecesaria, papá.-Stiles dice, casi entre dientes.

El sheriff rueda sus ojos y luego tamborilea sus dedos sobre el escritorio.-Crei que las cosas ya estaban bien entre ustedes.

-No.-Stiles dice mientras Derek miente descaradamente contestando:

-Por supuesto.

Si las cosas estuvieran bien entre ellos, Derek no lo miraría con decepción. Odio o, ugh, lo que sea.

El Sheriff eleva sus cejas pero luego niega con su cabeza.-Bien.-Dice, poco convencido.-Como te estaba diciendo, Derek, necesitamos que trabajes con alguien del FBI.-Señala a su hijo.

-Ese soy yo.-Dice de manera tímida Stilinski. Esta tan incómodo. Hale la da una mirada plana antes de mirar al Sheriff y asentir.

-Esta bien. Había hablado contigo sobre eso, sabía que necesitaba algo de ayuda. Se ha complicado demasiado en poco tiempo.-Murmura. Stiles observa el perfil del peli-negro, deteniéndose en su marcada mandíbula y la silueta de sus labios. Se gana una mirada reprobatoria por parte de su padre cuando éste se da cuenta de que no está prestando atención.