Capítulo VIII

426 46 32
                                    

Aburrimiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aburrimiento.

Supongo que no podría describirlo de otra manera. Ver como cada integrante de esta universidad pasaba por nuestro puesto para ver el proyecto planteado por el grupo, me era sumamente plano. Gris. Puede que haya más formas de describirlo, pero me daba lata hacerlo.

Solo sé que me aburria estar aquí.

Hasta ir a un acuario me resultaría más interesante que estar explicándole a un grupo de idiotas sin neuronas las tres fuerzas elementales de la Tierra. Sin embargo, ese no era el tema principal de nuestro trabajo.

"Historia de la fotografía". Enserio, ¿Quién metió en mi cabeza la idea de estudiar esto? El cerebro con el cual fui bendecido sirve para más cosas y eso incluye un pasaje directo a la NASA. No, no estoy exagerando cuando digo que poseo un millón de veces más inteligencia que los chicos que pasan con cara de bobos por nuestro stand. Un coeficiente intelectual de 135 y padecer de hipertimesia no ayuda a divertirte día a día en situaciones tan cotidianas como una feria de ciencias o una salida con amigos. Debido a mi condición, la palabra aburrimiento estaba en el noventa porciento del tiempo que paso desde que despierto y cierro los ojos a la llegada de la luna.

Ese era lo que las personas normales llaman sentimiento. Supongo. Si es que se puede llamar sentir. En verdad... A pesar de tener un CI tan alto y una memoria hija de puta que me ayudaba a recordar cada jodido instante que he vivido... No sabría definir lo que es sentir.

Eso sentía.

Si es que puedo decir que lo sé.

Lo supe... Tiempo atrás. Lo sé, ya que puedo recordar como era tener mariposas en el estomago o nauseas cuando olfateaba mierda de perro. Al menos... Hasta ese día.

Perdí mi capacidad de censar cuando mi muslo derecho se abrió al sufrir aquel accidente. Eso posiblemente es a lo que Kagami llamaría dolor. A lo que Bridgette grita cuando se pego en el dedo pequeño del pie cuando iba directo a darme una hostia.

Por lo que Adrien lloraba tiempo atrás.

Tacha eso. Sigue llorando hasta hoy.

En fin, volviendo a ese fatídico día en que perdí mi esencia. Tampoco era poco esperable no volver a ser el mismo de antes. Si ves la cabeza de tu padre rodar calle abajo segundos después de que un camión transporte (el cual llevaba enormes paneles de cristal) chocara con el caro donde íbamos ambos. Las cuerdas se cortaron y incluyendo la cabeza de mi padre en cuanto uno de los paneles se incrusto con el parabrisas.

Bonita experiencia para un niño de seis años que solo iba con su padre en busca de mamá a casa del abuelo. El jodido accidente cambio todo. Mi vida. La vida de mamá y de toda la familia.

Fui lo único que sobrevivió del jodido accidente. A duras penas. Pues me había jodido la arteria femoral. Ente en paro. Recibiendo una cantidad infinita de transfusiones de personas que en mi puta vida llegare a conocer o podre dar las gracias como dijo mi madre. Tampoco me importaba agradecerles. Nadie los obligo a meter una parte de ellos dentro de bolsas de plásticos que terminarían dentro de mis venas.

Reste dans mon coeur ||Adrinette/Lukanette +18||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora