♡Uno♡

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Desperté hasta que mi cuerpo me avisó y estiré mis extremidades dando un largo bostezo.

Aún las imágenes de ayer se reproducían en mi cabeza, me di golpes mentales por recordarlo de nuevo así que me limité a levantarme y tomar otra ducha, creo que mi cuerpo me exige limpieza extrema.

Al salir del baño observe mis maletas y me di cuenta de que no había desempacado por completo así que lo hice sacando todas mis cosas y las acomodé en su sitio.

Sonreí cuando vi mis lindos juguetes, estaba tan desesperado por conseguir tipos para follar que me había olvidado de mis preciosos juguetes. Total que más da, acabo de bañarme así que estoy limpio.

Tomé el gran pene de goma y me coloque a mitad de la cama, quité lentamente mi playera y baje mis pantalones junto a mi bóxer quedando completamente desnudo, para iniciar con el juego previo comencé a tocarme delicadamente por todo mi abdomen llevando mis yemas a mis pezones recorriendo mis aureolas, necesitaba un poco más así que lleve mis dedos a la boca chupandolos y remojandolos con mi saliva para ir de nuevo a mis pezones pellizcandolos, pronto sentí como reaccionaban al tacto y mi miembro comenzó a despertar, comenze a sentirme necesitado así que inicié un ligero vaivén llevando mi mano derecha a mi polla tomandolo desde la base y subiendo al glande haciendo presión, mi mano izquierda continuaba pellizcando mi pezon y comencé rápidamente a masturbarme. Empecé a sentir choques en mi cuerpo y llevé nuevamente dos dedos a mi boca chupándolos, adentrándolos completamente a mi boca y cuando sentí que estaban lo suficientemente húmedos los dirigí a mi entrada.

—Agh~ —jadeé comenzando a sentirme desesperado.

Cuando me sentí listo tomé el pene de goma y me acosté abriendo completamente mis piernas e introduciendolo lentamente en mí.

—¡Oh mierda!

Me sentía muy bien, mi entrada estaba siendo invadida así que comencé a introducir el resto soltando un gemido más agudo, me acostumbre a la intromisión y empecé a dar suaves embestidas para rápido hacerlas más rápidas y fuertes. Mi otra mano la llevé nuevamente a mi miembro comenzando a masturbarme haciendo presión más fuerte en la punta sintiendo como pronto llegaba al clímax.

No aguante más y me gire apoyando mis rodillas en el colchón quedando en cuatro introduciendo más rápido mi juguete, me sentía desesperado, sentí como doblaba los dedos de mis pies y de pronto una corriente eléctrica atravesó mi espina dorsal sintiendo ya mi orgasmo, era perfecto como yo mismo me daba placer en dos sitios a la vez, unos embestidas más y me corrí aventando largas tiras de semen manchando las sábanas en el proceso.

—Oh mierda...—mi respiración se cortaba —eso fue bastante rico —hablé con mi voz entrecortada aún tratando de recuperarme.

Esto fue mucho mejor que las folladas que tuve en estos días, ¿qué les costaba follarme así? Yo mismo me dí el placer que tanto necesitaba. Caí muy cansado y sin darme cuenta me quedé dormido.

Las horas pasaron y desperté muy tarde, mi estomago hacía sonidos extraños creo que ya tengo hambre. Terminé de limpiar y acomodar todo en mi habitación, me vestí de una manera muy normal, un suéter gris dos tallas más grande, mis jeans y un gorro tapando todo mi revoltoso cabello.

Estuve observando los lugares cercanos al hotel y encontré un pequeño café de gatos. No soy muy apegado a ellos pero la comida se veía deliciosa por lo que opté a entrar y comer en ese lugar.

Escogí algo ligero y a decir verdad es muy cómodo comer aquí, hay gatos de distintos tamaños y pelajes, se sientan sobre tus piernas o en los asientos libres y muchos solo quieren que les des mimos donde comienzan a ronronear o quedarse dormidos.

Noches en Tokio || Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora