Postdata

906 94 2
                                    



"David, Berta, Gina, Marcos, Emilia"



La Sra. Jones llama al primer grupo de estudiantes mientras entrega las cartas. Ella sonríe mientras se apresuran hacia el frente de la clase con entusiasmo agarrando sus respectivos sobres. Una vez que los niños vuelven a su sitio, lee el siguiente grupo de nombres.



"José, Marta, Becky, Sara, Daniel"



Los niños corren hacia la mesa de su profesora y agarran los sobres con su nombre. La Sra. Jones mira el único sobre que queda y suspira, sacudiendo la cabeza suavemente.



"Becky". Su tono suave y acogedor hace que una pequeña Becky de ocho años levante la vista de su libro de ciencias, su cara muestra claramente que no le interesa lo que su profesora este diciendo.



"¿Si?"



La profesora sonríe a su alumna. La niña era un poco problemática y tenía una mente más avanzada que el resto de sus compañeros.



"¿No quieres venir a coger tu carta?"



"¿Tengo que hacerlo?" Becky pregunta sin ningún entusiasmo en su voz. La atención de Becky es difícil de mantener. Sus intereses se centran en ciertas cosas y si un nuevo tema no le llama la atención, fácilmente lo dejara.



"Bueno, no tienes que hacerlo, pero tu amigo por correspondencia trabajo mucho para escribirte esta carta, lo menos que puedes hacer es responderle la carta, ¿no crees?"



Becky suspira en su asiento mientras se levanta. Llega al escritorio de su profesora y coge el sobre con su nombre para después volver a su asiento. La Sra. Jones sonríe a su alumna y luego llama al siguiente grupo de niños para que recojan su carta.



Becky se deja caer en su silla, abre el sobre, saca la carta perfectamente doblada y la lee.



Sus ojos se entrecierran mientras lee la primera línea. No puede evitar la pequeña sonrisa que se le dibuja en su cara cuando sigue leyendo. Sus ojos escanean lentamente cada palabra, ya que solo espera leer la carta una vez. Llega al final de la carta y coge un folio de su carpeta. Cierra los anillos de su carpeta, su cuerpo esta tenso mientras trata de no pillarse los dedos con los cierres metálicos. Becky no puede arrancar las páginas del cuaderno como el resto de sus compañeros de clase, eso rompería el papel arruinando los tres círculos perfectos que tiene la hoja.

Siempre tuya (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora