You going to be mine (C2, "La cita")

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Pasaban los días, Wilbur estaba más que feliz al lado de Quackity. Ambos decidieron empezar a salir más seguido. A veces se veían dos, tres o incluso 5 veces a la semana. Se volvieron amigos muy cercanos, pasando prácticamente todo su tiempo juntos. Pasaban por el parque donde se habían conocido, la cafetería que fueron a tomar café por primera vez, salían a bailar, pasaban por bares o incluso iban al casino de Quackity. Wilbur realmente amaba estar con él, se sentía bien, cómodo y seguro, no lo quería dejar ir. Cada vez que sentía un fuerte dolor, se sentía solo y muy deprimido. Él se estaba empezando a volver loco por Quackity, no paraba de pensar en él. Quería que sea solo para él, lo quería tener como “un prisionero”, cada vez que esos pensamientos se hacían más fuertes, el joven británico empezaba a incomodar más a Quackity,
Aquel chico empezaba a hacer movimientos que a él no le gustaban, lo incomodaba, había momentos incluso que Wilbur tocaba de más a Quackity, ponía su mano debajo de su camisa, le agarraba la cola cuando jugaba al pool, o se acercaba mucho a él.  Esto lo incomodaba mucho, pero no sabía cómo decírselo sin que suene mal, grosero o que Wilbur se ponga mal y arruine su amistad, así que se dejaba hacer eso.

Hasta el momento, estaba todo bien. Un día, Quackity invita a un baile a Wilbur, este se emociona al oír las palabras de su enamorado -Claro que sí! *se le forma una sonrisa en su cara de oreja a oreja* estaría más que encantado... - él se puso algo feliz, pensó que esta vez iba a ser diferente a las citas que han tenido, creyó que iba a ser bastante diferente, y él esperaba eso con ansisas.

*llega el día del baile*

Q: oh, si has venido, Wilbur -sonríe-
W: hombre, ¡Quackity!, ¿cómo has Estado patito?
Q: pues muy bien, con ansias de verte, la verdad... Te he extrañado, no nos hemos visto en tiempo
W: -Wilbur baja la cabeza y trata de mirar a otro lado- Pues es verdad... He estado ocupado estos días, he compuesto muchas canciones, ¿luego de esto quieres escucharlas? -sonrió el británico-
Q: estaría más que encantado -sonrisa juguetona-
Wilbur le devuelve la sonrisa e intenta dejar de ver al pato para que no empiece a fantasear con él, estuvo esperando mucho este momento, no quería gastar su tiempo  que tenía con él en nada, quería bailar, y quien sabe, tal vez se podrían volver a besar. Todo esto pensaba el británico en su cabeza, esperando de que pase.

Viene Quackity con unos tragos de whisky en la mano -¿Gustas?- dijo amablemente, Wilbur asiente con la cabeza, el whisky es su trago favorito, añadió. El joven mexicano no se esperaba que lo diga literal, en toda la noche se había tomado 27 shots, él estaba impresionado, pero el joven músico estaba muy poco ebrio, a pesar de todos los shots que había tomado.

Luego de un rato, Wilbur invita aquel joven a bailar. Eran las 3 AM, era una fría madrugada de octubre, el joven británico sale afuera para fumarse un cigarrillo, le dice a Quackity si quiere acompañarlo, y de paso ya se podrían ir a casa, él asiente.

Ya afuera de la discoteca caminando por las calles vacías de Las Nevadas, llegan a la casa de el jóven músico, donde él se está por despedir, pero esta vez, él se despide con un beso en los labios bastante largo. Mientras tanto, el joven mexicano lo mira perplejo, como sino entendiera lo que está pasando. Luego de analizar la situación, Quackity aleja a Wilbur de él, rechazando el beso de aquel chico, mientras con un tono bastante fuerte y enojado -¿¡QUÉ COÑO HACES, TE VOLVISTE LOCO?!-. El joven británico mira con desepción al mexicano, aguantando se las lágrimas en los ojos, ve como el chico que tanto amaba se iba corriendo lo más rápido que podía, obviamente no lo podía dejar, él corrió tanto detrás de él diciendo que era un mal entendido, que había sido un error y que lo perdonara. Pero, nuestro amigo no llegó a convencerlo y su amado se desvaneció en aquella niebla de ese otoño de octubre a las 5 AM, él solo quería llegar a su hogar y echarse a llorar, sabía que la había cagado.

tu vas a ser mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora