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Entre mis manos tenía un sobre color beige, controlaba mis emociones intentando no arrugarlo. Solté un suspiro y me miré en el espejo de mi habitación, me coloqué un suéter color morado y Me acerque a la puerta, tomé y giré el pomo, me deshice de mis nervios. 

Estaba decidida, le diré a esa chica lo que siento. Con paso firme e dirigí a la salida de mi departamento.

- ¿Millaray? -la voz de mi madre me detuvo- ¿A donde vas? -me preguntó dándome una cálida mirada.

-Oh mamá... yo solo saldré un momento, ya regreso -le sonreí.

Ella solo asintió, dejándome salir

Caminé por ese conocido pasillo, ahora lo miraba muy estrecho. Podía sentir como mi estómago se revolvía cada vez más mientras iba acortando la distancia de mi cuerpo a aquella puerta.

Mi corazón palpitaba rápidamente, mis manos temblaban; mi ser quería regresar, pero algo más fuerte de decía "Quédate". Mis nudillos tocaron un par de veces aquella puerta de madera, esperando poder escuchar su voz.

 Ni siquiera sabía que es lo que iba a decir.

-¿Sí?- escuché una voz preguntando. ¿Qué se supone que debería de pensar? ¿A caso Abril tiene novio? ¿Será su hermano?

Un chico alto de cabellos negros abrió la puerta, ojos cafés y unos lentes. No, no podría ser su hermano. Sentía como mi corazón empezaba a partirse en mil pedazos.

-Hola- me dijo con una sonrisa.

-hola- respondí intentando ocultar mi desilusión -Disculpa... creo que...

-¿Osvaldo? ¿Quién es?- se asomó por la puerta la chica rubia que vi en aquella tienda, la chica que se fue con Abril. Sus ojos cafés se posaron en mi, parpadeando dos veces-¿Tu eres Millaray?- levanté una ceja ante la pregunta ¿Cómo es que sabía mi nombre?

-¿Millaray?- preguntó el pelinegro mirando a la chica rubia para volver a posar sus ojos negros en mí- ¿Buscabas a mi hermana?- ¿hermana?

-Ustedes dos ¿Qué están haciendo?- una tercera voz se sumó, era su voz.

Entre ese par, apareció Abril, esa chica que hace gritar a mi corazón. Su mirada era la misma. Sus ojos recorrían mi rostro, hasta que se dio cuenta de lo que llevaba en las manos.

-Millaray.

-Abril.

Solo dijimos eso. Nuestras miradas seguían cruzadas, no podía formular palabras alguna, me sentía encantada con esos ojos.


-Te esperamos en la sala, Abril- soltó el chico alto tomando a la rubia y desapareciendo de mi campo de visión.

-¿Y bien?- soltó por fin Abril- ¿Me pagarás por fin? -dijo refiriéndose a nuestro primer encuentro, intenté reír siendo lo más discreto posible. Luego miré el sobre que llevaba, era hora.

-Yo quiero entregarte esto- se lo extendí, dejando que ella lo tomara - Me gustaría que lo leyeras sola- pude sentir como mis mejillas se enrojecían.

-Está bien- dijo mientras observaba el sobre.

-Hasta luego- dije conteniendo la respiración, si me quedaba un minuto más, explotaría.

-Hasta luego.

Yo regresaba a mi apartamento mientras ella cerraba la puerta del suyo. Mi corazón no dejaba de palpitar a gran velocidad, lo había hecho.

Entrando a mi hogar, me deslicé por la puerta, cayendo sentada al suelo. Coloqué mi rostro entre mis manos, no podía creerlo. Solo me quedaba esperar, esperar lo peor, tal vez.

La chica del apartamento 512 | Nuviari | Nuvia_OuO x AriGameplaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora