☆. 6...

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Sentía un nudo en la garganta.
Tenía que tragarse las palabras que deseaba decir.
Tenía que soportar escuchar el sufrimiento qué pasó la persona que una vez lo hizo fuerte.

Pero, debe ser profesional, debe dejar de lado los sentimientos y enfocarse en su cliente. Sin embargo, no puede evitar el deseo de querer abrazarlo y decirle que lo ha hecho bien.
Desea decirle que es alguien fuerte y valiente.

Era complicado seguir viéndolo sentado, con los ojos rojos del llanto, y demasiado tenso,

— ¿Por qué no dijo nada?, ¿qué cambió para hacerlo cambiar de opinión?— Dijo MinGi después de dar un largo trago a su botella de agua, trataba de disolver el nudo, pero solamente era más molesto. En su mente estaba aquella duda, ¿por qué lo soportó por años?, ¿por qué nunca vió lo malo?, ¿por qué lo hizo ahora?
Aunque su mirada estaba fija al chico pelinegro, miraba su labio mordido y de un color rojo intenso.

HongJoong se enfocó en contar su pasado y algunos recientes abusos por parte de su actual pareja, pero, nunca mencionó el porqué estaba aquí, el porqué quiere cambiar su vida. De hecho, ni por la mirada al abogado frente a él, HongJoong se la regresaba, sólo la posaba  en su regazo.

Se sentía humillado y patético.
Solamente quería llorar.

—Hace unas semanas limpié la casa y específicamente el armario. Encontré una caja la cual no había visto. Él me impide ver ciertas cosas en la casa. Y ese día no estaba en casa, por lo que quise ver que había en la caja Encontré algunas camisas viejas y el uniforme de Soo-ho. — En ningún momento quería ver al abogado, pues tenía el miedo de ser juzgado. Y sin darse cuenta su mirada se encontró con la del abogado. MinGi se tensó al encontrarse con aquella lastimosa mirada y el pelinegro bajó la mirada  prosiguiendo con su testimonio. —Mi mayor sorpresa fue encontrar aquel teléfono. Encontré el teléfono que se había extraviado.

A MinGi se le iluminaron los ojos.

La botella (que todo tiempo se mantuvo en su mano) se estrelló contra el escritorio e hizo un sonido seco.
La acción hizo que HongJoong se asustara y diera un ligero salto.

Algo así no pasó por desapercibido en la vista de MinGi, pues, esto hizo hacerlo sentir un duro golpe de culpabilidad.

—Necesito que me consiga ese teléfono, y también algunas otras evidencias. Si ponemos el video como evidencia de una violación, él podría ir a prisión, pero necesitamos más evidencias... Y también necesito que sea honesto respecto a la razón de poner una demanda.

MinGi no estaba convencido. Sabía que faltaba algo.

—Yo no tengo más evidencias, solamente el video...— HongJoong sabía que era momento de tener que contar todo, eso lo hizo sentir un tanto ansioso. Pero esto era para mejorar, para poder sanar. —Abogado Song, yo crecí en un ambiente religioso y machista. La violencia estaba normalizada y yo no podía ver lo malo en eso. Solamente trataba de portarme bien para no recibir golpes. — HongJoong mantuvo la mirada en sus mulos y empezó a jugar con sus manos en formar circular sobre aquel pantalón. Su voz había comenzado a quebrarse y las lagrimas amenazaban a sus ojos hinchados. Vió como una botella era estirada hacia su rostro. Levantó la mirada y se topó con la de MinGi ofreciéndole una botella nueva. HongJoong la tomó e hizo una pequeña reverencia aún sentado. Le dió un gran trago y pronto pudo comenzar a hablar de nuevo. —Mi madre me enseñó que no debo desobedecer y que si mi padre me pegaba, era porque no era un niño bueno. Viví así toda mi vida. Así que cuando conocí a Soo-Ho, yo ya estaba acostumbrado, sabía que me merecía los golpes por no hacer caso y portarme mal. Por eso, cuando encontré el teléfono, me di cuenta que en realidad yo no merecía aquellos maltratos, porque en realidad yo no había hecho algo malo. Yo no grabé ese video, yo no quise hacer eso, él me obligó a todo. Y me dolían los golpes, me duele verme en el espejo aquellas cicatrices en mi espalda, me duelen la abofeteadas, me duele que solo me trate como un juguete. Yo ya no quiero seguir una vida así.

MinGi sintió un golpe con aquellas palabras, sentía como si una estaca entrara lentamente en su corazón. Realmente un caso complicado. Lo era porque tenía un lazo con él, tenía un pasado. HongJoong fue ayuda en su pasado, fue su soporte y su fuerza.

MinGi colocó los brazos en el respaldo de la silla.
Sabía perfectamente qué hacer, no era la primera que trataba estos casos.
Pero, ahora lo sentía como la primera vez.
Sentía la ansiedad llegar a su mente.

¿Qué pasaría si perdiera el caso?

MinGi pasó saliva y trató de relajarse.
Tenían el as en la mano.

—Necesito que vengas mañana con la evidencia, también te mandaré a hacer unas exámenes médicos para tomar evidencia sobre las marcas en tu cuerpo.— Dijo mientras acomodaba los papeles en el escritorio.

HongJoong se veía nervioso, rascaba su brazo derecho con mucha fuerza.

—¿Sucede algo?— Preguntó con intriga mientras mantenía la vista en el brazo con tono rosado.

HongJoong levantó mirada hacia él. —Es que, no sé qué excusa inventar, él está trabajando, pero hay ocasiones en donde llega antes a la casa, y mañana tiene el día libre. No sé qué puedo decirle, no tengo algún motivo para estar en la calle.— MinGi lo vió con una expresión confusa, no entendía a qué se refería, HongJoong al ver eso, trató de ser más claro. —No me permite salir a la calle sin su autorización.

MinGi lo vió venir, era algo común que hacían los abusadores.

—Dile que irás al mercado. Mañana no regresarás a casa. Pero necesito que me traigas toda la información posible.
No regresarás a esa casa en los próximos días. No te preocupes por el hospedaje. Me encargaré de todo.
HongJoong le echó una mirada nervioso. — Disculpe, ¿cuál será el costo de todo esto?

MinGi le ofreció una mirada tranquilizante y procedió a levantarse de la silla. —No te preocupes, no hay costo.— Caminó hacia la puerta y puso la mano en la manija. —Ya me pagaste hace tiempo... Por cierto, tal vez en dos días levantemos la demanda como es debido, así que, necesitaré que acudas ayuda profesional sobre salud mental. Si te detectan algún traumada causado por él, tú podrías recibir una manutención de él y poder sobrevivir de ese dinero. También puedes recibir dinero porque dependes económicamente de él.

HongJoong tenía una gran impresión marcada en su rostro. Se levantó de su asiento y caminó hacia el abogado.

No entendía a qué se refería, y tampoco la razón de hacerlo gratis.

—Disculpe, pero no entiendo.

MinGi comprendió que era algo muy bizarro, pues algo así no era común.

—Acudiste con un abogado de gobierno, pero me ofrecí para ayudarte sin costo. Aunque, un abogado de gobierno también tiene una tarifa, yo no pienso tenerla.

HongJoong aún no comprendo, pero MinGi se veía sin intención de seguir explicando así que solo abandonó la charla.

MinGi podía ver las facciones del mayor en mejor ángulo.
Tenía una ligera cicatriz en la mejilla derecha, sus labios tenían cortadas y aún mantenía las perforaciones en las orejas, aunque no llevaba aretes.
Quería volver a verlo deslumbrante.
Quería verlo feliz.
Y juraría por su vida hacerlo feliz.
Haría que HongJoong sea tan feliz que olvidaría el sentimiento de tristeza.

MinGi era lo que HongJoong merecía.

Ambos de despidieron y el mayor salió de la oficina con muchas dudas.

I Feel It Coming. |Minjoong|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora