-Devuélveme al día en que nos conocimos por primera vez, donde ingenuos y envueltos en lo nuestro no sabíamos cómo terminaría aquello que en algún momento construimos; devuélveme a donde no sabíamos lo que sentiríamos y éramos unos simples desconocidos, donde la vida surgía como si nada estuviese pasando; aún así, también devuélveme al día en el que nos dijimos lo que sentíamos, a aquel en el que tal vez no le dí la suficiente importancia y no me sentí luchar, es donde más deseo volver, recordar nuestras noches sin fin sin importar un mañana, sin interesarnos el después, pido tan sólo ello.
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-Ahora qué hacemos, desaparecemos de la nada cuando todo se torna mal, no es lo mismo, no se siente igual, no se siente como aquello vivido que en algún momento sentimos de manera tan profunda, tan profundo como desearía que esto siguiera en pie, que nos devolvieramos todo lo que tanto deseábamos, aquellas aventuras que tan sólo tú y yo podríamos compartir. Me sigo preguntando por qué no me dijiste, por qué tal vez no fuimos claros para no atormentarme y consumierme en mis pensamientos cada noche, sin saber qué pensar o a dónde ir.
