High School DxD: El Monarca De La Destrucción.(1)

114 Capítulo 114

Kira levantó la mano detrás de la cabeza y se rió, "Um, sí, sobre la última parte. No creo que me haya dado permiso para que me llamen rey. Apenas me deja decirle a la gente que soy un estudiante semi-notable". respondió en gaélico también, las palabras saliendo de su lengua con bastante facilidad.

Con una risa final, el espíritu desapareció en la luz, al igual que los demás antes que él. Las partículas de luz se hincharon antes de elevarse hacia el cielo. Observó todo con una sonrisa antes de volver su atención al camino frente a él. En realidad, no había camino, solo un sentimiento y su propio conocimiento de a dónde ir. Kira agarró su espada larga con fuerza y ​​comenzó a continuar en su curso original. Como había dicho el alma liberada, tenía un último enemigo entre él y su objetivo.

Encontró a ese enemigo esperándolo entre dos enormes árboles, cuyas copas aparentemente tocaban el cielo. A diferencia de los ogros y los fantasmas maliciosos, este era humanoide y tenía una armadura negra y gris que lo cubría de pies a cabeza. Lo único orgánico en él eran sus ojos, orbes rojo sangre que miraban a Kira mientras tomaba una postura. Kira lo reflejó, sacando su espada y separando sus piernas y silenciando su mente de todos los demás pensamientos. Su enemigo empuñaba su arma, una espada larga de color gris oscuro similar a la suya, con la punta hacia arriba; en contraste, Kira extendió el suyo hacia el lado derecho, sus músculos relajados.

El metal resonó cuando el caballero deslizó su pie derecho hacia atrás preparándose para el ataque. Por encima y alrededor de los dos espadachines, las hojas susurraban mientras la brisa nocturna soplaba a través de la jungla. Montado en él estaba el sonido de las olas del mar presionando contra la orilla.

¡Golpear!

La espada de Kira dejó una estela plateada brillante a su paso, mientras que la de su oponente dejó un gris oscuro a medida que avanzaban uno hacia el otro.

¡SILBIDO!

"..."

"..."

"... Has mejorado, chico" se rió la profunda voz masculina detrás del casco con cuernos. En respuesta, el adolescente miró hacia atrás y se rió: "Ve, conoce a nuestra señora... joven maestro".

En silencio, el Diablo observó la sangre brotar de la herida abierta en el estómago del guerrero con armadura. El cuerpo cayó al suelo, su armadura se evaporó en oscuras nubes de humo cuando un alma roja y blanca se elevó de él. A diferencia de los demás, no pasó al otro mundo ni se disolvió en la nada. Flotó hacia la jungla, su propósito ahora se cumplió y el cuerpo temporal que habitaba ya no se podía usar. Normalmente, se habría quedado quieto y habría visto cómo la pequeña bola espiritual continuaba hasta que se perdió de vista, pero Kira llevaba una capa. Inmediatamente, comenzó a correr. Empujando hacia arriba las raíces de árboles y arbustos.

Una luz brillante comenzó a aparecer a través de los árboles, haciéndose más y más brillante por segundos, mientras que el sonido de las olas rompiendo en sus oídos se hizo más fuerte. Casi estaba allí, podía sentirlo. Si quisiera, podría estirar la mano y tocar el sol.

En lugar de extender la mano, Kira saltó.

Terminó rodando por la arena, aún sosteniendo su espada y su cuerpo tenso. Incluso cuando estaba en una posición erguida, se mantuvo enfocado y listo. Que era exactamente lo que quería la mujer que lo esperaba.

"Hmmm, falta poco más de un minuto y solo tienes una mancha de sangre... Calificaría tu desempeño como un... 7..." Hubo una pausa mientras el adolescente se ponía de pie, con los brazos cruzados, "Y medio" Agregó la mujer de ojos rojos.

Kira se rió cuando él puso los ojos en blanco y caminó hacia el flotador de la playa y la sombrilla armada. Exactamente como esperaba, ella tenía una bebida en la mano. Al verlo, levantó su mano derecha, levitando sobre un vaso hacia él.

"Aquí estaba pensando que serías especialmente severo y me darías algo así como un 6" Meditó el adolescente bebiendo prácticamente todo el vaso de un solo trago.

"Siempre hay tiempo para que cambie mi evaluación" Disparó la mujer sin perder el ritmo, "¿Debería decir tus imperfecciones y defectos?"

"Entonces, ¿cuántos de ellos estaban allí?"

Scathach finalmente lo miró, su rostro impasible en contraste con su sonrisa traviesa. Su cuerpo escasamente vestido y su chal transparente eran el epítome de la belleza, lo que hacía difícil creer que ella era una Godslayer. A pesar del cambio de ropa, Scathach seguía siendo tan letal como siempre. Rodeándolos, marcando su "territorio", había una colección de armas, algunas de las cuales el mismo Kira había usado en su viaje a través de la jungla para llegar a la playa. Espadas, lanzas, hachas, dagas e incluso arcos, una amplia variedad de armas cuyo uso Scathach había dominado y había pasado mucho tiempo tratando de hacer lo mismo.

Habían pasado varios días desde la reunión de las Tres Facciones y desde que Kira había regresado a casa.

Después de esto y de contarle a Scathach lo que había pasado, su maestro tuvo la idea de entrenar a toda la nobleza de Rias así como a Kira un poco.

Como todos estuvieron de acuerdo, la Bruja Inmortal los había llevado a la Tierra de las Sombras, y también sirvió para evitar que Lugh sospechara que se había ido.

Si bien la Tierra de las Sombras era normalmente una tierra de muertos, había buenos lugares en ella, y uno de ellos era una gran playa que estaba más lejos del castillo de Scathach.

Desde su llegada aquí, Scathach había ordenado a algunos de sus espectros, guerreros muertos que la servían, entrenar a Rias y su nobleza y esto se estaba llevando a cabo en una parte más alejada de donde estaban.

Kira, naturalmente, fue arrojado a uno de los lugares más peligrosos de Shadowland con su maestro impidiéndole usar magia.

Admitió que llegó más tarde de lo que esperaba, probablemente se estaba oxidando, después de todo habían pasado años desde que había estado aquí.

Aunque por el hecho de la ropa, o más bien el bikini, que llevaba su profesora, en realidad no estaba entrenando, sino algo más.

Las miradas de profesor y alumno se centraron en el horizonte mientras observaban las olas del mar.

"Has cambiado mucho desde la última vez, Kira". Scathach dijo en voz baja.

Todavía podía recordar al mocoso intrascendente que invadió Shadowland para desafiarla y siguió insistiendo en ser entrenado por ella.

"¿Crees eso?" preguntó Kira con curiosidad.

"Sí, ¿no se parece a ese niño que dijo que se casaría conmigo?", Dijo Scathach en broma.

Un raro rubor apareció en el rostro de Kira que le valió una mirada avergonzada.

"Por favor, olvídalo", dijo Kira refunfuñando mientras Scathach se reía.

Todavía recordaba cómo Kira le había dicho que cuando terminara su entrenamiento se casaría con ella.