En una región más alejada del bosque, era posible ver a Koneko caminando por el bosque con una mirada nerviosa en su rostro.
"-! ...Tú."Todo el cuerpo de Koneko se sacudió violentamente por la sorpresa.
"Hola, Shirone. Soy yo, tu onee-chan".
Dándose la vuelta, Koneko vio quién la había llamado.
Era una hermosa joven de voluptuosa figura, larga cabellera negra con flequillo partido y ojos castaño dorado con pupilas de gato.
Su disfraz consiste en un kimono negro, un obi amarillo, un conjunto de cuentas doradas y una banda para el cabello ricamente detallada. El kimono tiene un interior rojo y está abierto en los hombros, dando a la vista grandes pechos que rivalizan con los de Rias y Akeno en términos de tamaño.
Además poseía un par de orejas de gato negras y dos colas negras.
Ese era Kuroka la Nekoshou, una variante rara de Nekomata, es miembro del Equipo Vali y está afiliado a Khaos Brigade. Ella es la hermana mayor de Koneko Toujou y ex demonio renegado, una de las criminales más buscadas en el Inframundo por matar a su maestro.
"Kuroka-nee-sama..." dijo Koneko débilmente.
Kuroka solo sonrió.
"La onee-chan aquí está bastante impresionada de que hayas venido siguiendo a ese gato negro que se coló en esa fiesta-nya" dijo la mujer sonriendo.
"... Nee-sama. ¿Qué quieres?"
Había ira en la voz de Koneko. Pero Kuroka solo sonrió.
"No pongas esa cara de miedo. Solo tenía algunos pequeños asuntos de los que ocuparme. Escuché que los demonios iban a tener una gran fiesta aquí, ya sabes. Así que me interesé un poco. Nyan", dijo Kuroko mientras hablaba. agitó la mano como un gato.
"Jajajaja, me pregunto si eres miembro del grupo Gremory".
Otra voz emergió de detrás del árbol y cuando salió se reveló que era Bikou, el descendiente de Sun Wukong.
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High School DxD: El Monarca De La Destrucción.(1)
AdventureEstaba muerto... Me habían matado seres que ni siquiera sabía que existían. Todo porque querían al guerrero perfecto. Pero no esperaban que alguien me salvara y me diera una nueva oportunidad... Cuando reencarné en este nuevo mundo, no fue como yo q...