Juntos otra vez.

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El automóvil de Delia se estacionó en el garaje de la casa, Damián estuvo unos cinco minutos moviendo sus maletas hacia su nueva habitación, la cual sería suya quizás por cuánto tiempo, después de eso sacó de una gran maleta azul un regalo, envuelto en papel dorado y como decoración una esmeralda tan brillante como los ojos de Damián, comenzó a caminar lentamente por la casa hasta dar con la habitación de Ash, la puerta estaba cerrada, sin llave pero cerrada, el chico de cabello castaño tocó la puerta pero no recibió respuesta alguna, eso le hizo cuestionarse el estado de su primo, ni siquiera le contestó el llamado a la puerta, decidió dejarlo solo para comenzar a desempacar sus cosas y organizar su cuarto, tomándole aproximadamente unas cuatro o cinco horas en hacerlo.

Al terminar de acomodar sus cosas, se dirigió directamente a la cocina, estaba más sudado que maratonista en verano pero al menos había logrado sacar todo de sus ocho maletas, se sentó en la mesa mirando un plato de estofado de hierbas tropicales y habló.

- Tia Delia... cuando usted me dijo que Ash estaba mal no pensaba que se refería a tan mal, ni siquiera me abrió la puerta.

Dijo Damián comiendo su estofado de hierbas tropicales.

- Si... él está horriblemente mal, además, como te dije en el auto, no ha recibido ninguna visita en todos estos años.

Delia estaba algo desanimada, feliz por la llegada de su sobrino pero no podía dejar de lado el estado de su hijo.

- Tengo una idea, si usted me permite Tia Delia, voy a llevar a Ash a dar una vuelta cuando termine de almorzar, tenemos mucho de que hablar y creo que hablar con alguien conocido le hará bien.

Propuso Damián, el sabía alguna que otra cosa de estar mal, sabía que podía ayudar a Ash de alguna manera.

- La verdad es que cualquier idea me parecerá bien, Damián. No me gusta ver a mi hijo así.

Delia estaba cada vez con menos esperanza, después de todo ya ni sabía que hacer, no tenía ninguna idea después de haber tratado todo y más.

- Bien... *Termina su almuerzo y va a la cocina para lavar su plato* iré ahora, quiero aprovechar el buen clima y para tener más tiempo .

Dijo el chico de cabello castaño con mechas amarillas, Delia solo asintió mientras veía como su sobrino lavaba el plato, cómo se secaba las manos y como caminaba hacia la habitación de Ash.

Damián tocó la puerta, esperando una respuesta otra vez, al no recibirla decidió entrar como si nada y sin previo aviso, pero respetuosamente aún así.

- Me dijeron que estabas mal, pero no tanto como para perder tus buenos modales... ni siquiera te has molestado en saludarme, Ash.

Dijo Damián, al escuchar esa voz Ash miró rápidamente a su primo con sorpresa, lágrimas caían por sus ojos mientras veía como este estaba parado al frente de él.

- D-Damián?

Dijo Ash, devolviendo las expresiones faciales a su rostro, el chico de cabello azabache parecía haber vuelto a la vida, se levantó de la cama de un salto y lo abrazó llorando a mares.

- Ha sido tanto... tanto tiempo, Damián. Tanto sin saber de ti? Cómo estás? Que ha sido de ti?

Decía Ash llorando a mares mientras Damián correspondía el cálido abrazo.

- Responderé esa pregunta y muchas más cuando te vistas y salgamos a caminar, es hora de tomar ese viejo recorrido que hacíamos cuando éramos pequeños, tenemos mucho de que hablar, Ashy Boy..

Dijo Damián, sin poder evitar reírse al momento de decir "Ashy Boy", después de todo el fue quien inventó aquel apodo.

- Cuántas veces te he dicho que no me llames así hombre! *se enojó pero luego rió un poco* bien, bien... me cambiaré ahora, dame tres minutos.

Pokemon: Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora