Navidad: Échale la culpa al Muérdago.

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el especial de navidad en mayo, claro que sí, awevo, aquí puro servicio de calidad JAJAJAJAJAJA perdón :c

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Hay encantamientos que sólo requieren una pequeña modificación en el movimiento de barita o en la pronunciación del hechizo y éste cambiaría por completo; hubo un tiempo en el colegio de Hogwarts donde tuvieron un pequeño grupo de estudiantes tan brillantes que modificaron casi todos los hechizos existentes sólo para molestar a los estudiantes.

Cualquiera que estuviera buscando encontraría el libro en la biblioteca, escondido entre Encantamientos Nivel III, cerca de la sección prohibida pero no del todo detrás de las rejas simplemente porque no era un libro demasiado oscuro para los estudiantes. A veces se caía del estante cuando alguien buscaba una cosa para hacer, otras veces le tomaba meses volver al anaquel, circulando entre los estudiantes; hubo unos años donde nunca volvió a la biblioteca hasta que los gemelos Weasley dejaron el colegio.

Ahora bien, Lee Minho era brillante por su propia cuenta, sus padres lo educaron bien con la basta biblioteca que había en casa, además que siempre estudiaba de manera metódica y estricta para todas sus clases, después de todo un internado no te deja nada más que hacer; sin embargo, estaba ante medidas desesperadas en esa ocasión, así que hizo que Vernon averiguara dónde podía encontrar lo que buscaba.

Sus labios aún hormigueaban ante el recuerdo de los labios de Jisung sobre los suyos esa noche de Halloween, sus manos cosquilleaban con la idea de volver a sujetarlo, escucharlo decir su nombre; todas las noches volvía a ese recuerdo y suplicaba a Merlín que le permitiera vivirlo, pero el chico parecía evitarlo como la plaga, huyendo de él e ignorarlo como si Minho fuera un simple escarbuto.

Una parte de él sentía que no debía estar ahí, Vernon era demasiado idiota como para que Minho escuchara sus consejos, y aun así accedió a regañadientes que, tal vez, era la única forma en la que podía hacer que Jisung se acercara de nuevo.

Pasando sus dedos por los lomos de los libros, sintiendo la magia en cada uno, escuchó el sordo golpe de algo caer al otro lado del pasillo deteniendo sus pasos. Frunció el ceño, dudando, antes de caminar presuroso en esa dirección sólo para encontrarse un libro razonablemente grueso de pasta púrpura con letras doradas brillando débilmente.

Minho caminó sigiloso hacia él, mirando a todas partes, adivinando si a algún estudiante se le habría caído de entre sus cosas sin que se diera cuenta. Inclinándose para tomar el libro, vio las letras doradas danzar ante sus ojos, la magia llamando a Minho come l canto de una sirena.

Se incorporó con el libro en mano, abriéndolo en la primera página.

Miranda Goshawk.
El Libro de Hechizos.

Y más abajo, escrito con tinta en letra bastante desordenada, se leía:

Editado por Prongs, Padfoot, Moony y Wortmail.

No sabía cómo, pero tenía la ligera sospecha de que ése era el libro que estaba buscando.

...

La navidad era una de las épocas favoritas de Hyunjin, y todos sospechaban que se debía al hecho de recibir regalos, aunque el slytherin insistía que era por la nieve y la comida (y sí, recibir regalos también era una de sus partes favoritas).

Así que apenas la nieve comenzaba a caer en Hogsmeade, Hyunjin se ponía insoportable con la navidad, insistiendo que debían de celebrar todos los días que las personas fueran menos molestas, los elfos hacían galletas de jengibre casi a diario, las bebidas eran calientes y las clases al aire libre se cancelaban.

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