Nuestro pasado [KiriDeku]

305 40 10
                                    

Nací y he vivido como un esclavo. Nunca tuve algo parecido a una infancia, desde que pude caminar aprendí a trabajar. Al principio me usaban para cuidar el ganado, alimentar a los animales, y demás. Cuando cumplí quince años, entendí que el resto de mi vida sería un infierno. Pasé del alba al anochecer cargando los materiales para construir los templos, recibiendo latigazos cuando no caminaba lo suficientemente rápido, o cuando no obedecía a mis superiores.

Pero sin importar cuanto odie mi vida, no encontraba la manera de convencerme de dar ese último paso y caer al vacío, precipitándome al suelo desde la cima de la pirámide. Sé que moriría, y sé que nadie se preocuparía por un esclavo, yo al fin sería libre.

Pero no puedo hacerlo, no por él.

Llegó hace unos meses, mejor dicho, lo trajeron hace unos meses. El faraón lo trajo como una de las sacerdotisas del templo, se dice que puede ver el pasado de un rey y el futuro de un imperio.

Aunque no es de la familia real nos obligaron a llamarlo con un título de noble. Pero si se trata de él no me pesa elogiarlo con un título. Es el único noble que nos mira con bondad, el único que nos sonríe con amabilidad, el único que se ha arriesgado a recibir azotes por darle a un esclavo un poco de agua.

Siempre va adornado con joyas y telas caras, aunque obligado a cubrir su cabello, que alguna vez he visto, es como el jade, igual que sus ojos. No importa cuanto oro lo adorne, ni cuantos reyes vengan a este lugar caluroso con tal de verlo, él siempre tiene una mirada triste que intenta esconder detrás de sus sonrisas. Y aún así, me parece que es la creación más hermosa en este lugar, incluso más que los templos de los que el faraón tanto se enorgullece.

—¡¿Cómo te atreves a mirarlo así, esclavo?!

Uno de los hombres que nos vigilan me atrapó, apenas pude distinguir su voz antes de caer al suelo presa del ardor del látigo sobre mi espalda.

—¡Sokar, basta!

Ahí está él, de nuevo metido en problemas por culpa mía.

—Alteza, por favor, estoy bien —murmuré intentando levantarme. Se vuelve más difícil con la arena pegándose a mis heridas.

—Alteza, vuelva al palacio, este esclavo merece un castigo por su insolencia.

—Por favor, déjalo —suplicó él, por un segundo pude verlo aferrándose al brazo del estúpido guardia para que no me golpeara de nuevo, eso fue otro error, pues tengo prohibido mirarlo.

Sentí más azotes sobre mi espalda, apenas conteniendo los gritos, pero aferrándome a la arena bajo mis manos, si puedo soportar, él se cansará.

—¡A trabajar, muévete!

Con el mundo poniéndose borroso a mi alrededor, apenas llegué a sentir el bloque que pusieron sobre mi espalda, solo alcance a dar unos pasos, antes que todo se volviera negro.

[...]

Una suave brisa me trajo de vuelta al mundo real, a mi horrible pesadilla. Estaba en mi choza tendido sobre la cama. La noche había caído, ¿pero cómo fue que llegué a casa? No pude reparar en eso, él apareció frente a mí, tenía una expresión preocupada, mientras ponía sobre mi cabeza una tela húmeda.

—¡Alteza!, ¡¿qué hace aquí?! —No pude evitar gritar mientras me sentaba, eso fue una terrible idea, un ardor infernal me recorrió la espalda y me obligó a regresar a mi lugar en la cama.

—No hagas eso, Eijiro, te lastimarás más —dijo él, con su voz melodiosa ensombrecida por la tristeza.

—Alteza, él tiene razón, ya debería irse. Si lo encuentran aquí estará en problemas —Nemuri, una de las mujeres esclavas también estaba en mi choza.

Antología para Deku [Dekubowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora