Me gusta bailar, salir con mis amigas, ver que puede darme la noche.
Viajo a través de mi cuerpo, mientras mi consiencia explota entre las estrellas de la noche. Soy nebulosas y desastre estelar cruzando el espacio.
Soy y estoy perdida.
Moviendome entre la marea de cuerpos, con luz apenas suficiente para distingir partes de sus rostros, como mascaras de duro marfil.
No soy nada como lo que hay aquí, un individo flotando entre la marea del mar muerto. Si soy un punto de color entre el ruido ensordecedor, todo se acalla cuando te veo en el otro extremo. Es fácil distingir tu figura entre los cuerpos. Te balanceas a otra frecuencia, escapando de la corriente. Mueves tu cuerpo entre nubes blancas y respiras el ambiente caldeado para transformarlo en en brisa.
Eres como un Nenufar flotando en el pantano, tan hermosa de ver, no puedo apartar mis ojos de tí. Es tu cabello que se mueve tan delicadamente como si siguiera fielmente la coreografia de tu cuerpo. Son tus brazos ondulantes, cambiando de posicion con sorprendente fluidez. Es tu cintura serpentenado sensualmente la que me deja sin aire o tus caderas meciendose como un bote sin remos, perdido en una tormenta que caerá sobre nosotras.
Habrá truenos y relampagos, el cielo se quebrará sin compasión y el torrencial mojará nuestros cuerpos, gotas se enredarsn entre tus pestañas y arderán por tu mirada, tal y como yo lo he hecho.
Mi mente abandona la aburrida mesa que contiene una promesa tediosa, palabras vacias y carente de tu fuego interno. Escapo hacia lo que necesito, me atraes a esa dulce trampa en la que deseo caer. Me congelo hasta los huesos cuando estoy tan cerca, el temor a que me alejes, a ser solo un accidente, un daño colateral.
Es fácil equivocarse, pero es como el destino cuando tus ojos se cruzan con los míos. Otros creerian que el azul de tus iris es por el agua del mar, pero puedo ver que en realidad es la llama mas fuerte y caliente de una estrella que cruza el cielo justo ahora. Polvo estelar brilla sobre tus parpados y pomulos. Eres tan mágica, quiero conocerte ahora. ¿Te importaría regalarme tu voz? Quiero saber si es tan dulce como tu sonrisa ¿Sera así el sabor de tus labios? No puedo esperar para probarlos ¿Me dejarías?
Rozar mis dedos por tu piel de serpiente, tan fria y escurridiza, mis manos bajando, serpentenado por tu cintura hasta tus caderas. Tus brazos de pitón se aprieta tan fuete al rededor de mi cuello, tan pesada sobre mis hombros, pero a cambio me dejas tan cerca de tu respiración.
Me tientas, deseo tocarte tan lentamente, probar cada parte de tu cuerpo con calma, desesperarte con caricias silenciosas. Tu olor es afrodisíaco, ojalá supieras que tan adictivo es tu sabor y cuanto disfruto de tus gemidos, acarician mis oidos. Puedo jurarlo, estás quemando cada hilo de cordura que ata a mi bestia interior. Mas que el alcohol, eres quien perturba mi mente, quien me emborracha de deseo y solo quiero complacerte toda la noche.
Te retuerces entre tus sabanas y extiendes tus piernas sobre mí, para mí, es un camino largo para recorrer, con el mejor tesoro esperando en la meta, mi premio. Dar besos sobre tus medias de red puede ser incluso mas exitante que el contacto directo de tu suave piel, no puedo tener suficiente.
«La próxima vez, déjame probarla también.»
Una promesa de que este no será el final. Mi estrella fugaz, no dejaré que te consumas, no hasta tener suficiente de tí.
Prometo que no le contare a tu novio lo maravillosa que eres.
Este será nuestro secreto, por ahora.
