descansar en su pecho, y oír el eco de su alma a lo lejos.
su temple caricia y su color de voz se pintan en el retrato de mi mente ilusoria.
y sin despertar, viajando lejos estás.
volando de noche y soñando de día te encuentras.
su silueta en los rincones de mi corazón está. dibujando su mundo y dejando huellas en él.
desapareciendo con cada aplauso. los minutos abandonados regresan a mi puerta.
las pisadas giran en mis recuerdos y los momentos yacen eternos en mis manos.
entra, con el corazón en los pies.
las sombras y los retrocesos le acompañan en el proceso.
los ríos crecen dentro de sí, y sus olas tocan mis palabras.
extraviado en su memoria.
pero no quiero salir de aquí.
Karmanjakah