Una flor bondadosa en un mundo de espinas rojas.
Ella, brilla con luz propia, sin pretensiones.
Su corazón es un refugio de amor y calma, donde sus seres queridos encuentran su hogar, y se regocijan en su paz interior.
Como madre, es un ángel de ternura y cuidado, su delicadeza y paciencia no conocen límites. Con manos suaves y palabras dulces, guiña a su pequeña con sabiduría, fortaleza y amor incondicional.
Pero, a veces, las sombras del auto-sabotaje la acechan con dudas y miedos infundados. Entonces, recuerda que su fuerza interior, es más poderosa que cualquier obstáculo en contra.
Su mirada, dos reflector de estrellas que iluminan la noche, junto a la luna, reflejando la belleza de su alma sin igual.
Su rostro, un lienzo de pureza y gracia, donde su sonrisa resalta en los cuadros más hermosos.
Sus labios, una rosa que florece en el invierno, donde la dulzura y la pasión se dan la mano.
Sus pensamientos, un río de claridad y esperanza, donde la compasión y el amor siempre prevalecen.
Y su cuerpo, un templo de belleza y armonía, donde cada curva y cada línea es una obra maestra.
Un reflejo de su esencia, fuerte, frágil y delicada, en una sinfonía de feminidad, que inspira y eleva.
Chon
