Capítulo 2: Banshee

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06 de septiembre, 2019
Denver, Colorado

Sentada en un balcón, acariciando al gato de la casa y tratando de evitar el contacto humano, Victoria se sentía abrumada por el bullicio de la fiesta a la que había sido invitada.

— ¿Qué haces aquí? Ven, ya todos se están yendo.
El amigo que después se convirtió en el exnovio de Victoria, encontraba bastante extraño el hecho de que ella podría ser la persona más carismática por un momento y una ermitaña el otro.

Victoria le tomó de la mano a Sam, acompañándolo a la sala de estar, donde estaba su grupo de amigos de la universidad.

— ¡Te estoy diciendo! A él lo mataron, no puede haber otra explicación. —Ante esas palabras, el debate grupal incrementó, a tal grado de que a Victoria le zumbaban los oídos.
— Anyssa, es obvio, ¿no? — Victoria dio un respingo al ser mencionada por su nombre legal. La verdad es que la conversación no le llamaba mucho la atención.
— Perdón, ¿qué? — cuestionó.
— A Rhydian Sharpe lo mataron.
— ¿Rhydian...? ¿Quién es ese? —respondió desorientada, a lo que sus amigos se sorprendieron.
— Me estás jodiendo, — replicó Sam — ¿Nunca has escuchado a Samsara?
— ¡Ah, claro! Aunque, no realmente.
— ¿En se...? Bueno, no importa. Rhydian era el cantante de Samsara. — Explico Sam
— ¿Al que mataron?
— ¡Bingo! — Contestó Camila, su mejor amiga, que llevaba todo el rato defendiendo su posición. Aunque las otras cinco personas estaban en desacuerdo.
— Eres una conspiranoica, se suicidó y ya. —Camila bufo.
— ¿Me vas a decir que es completamente normal, que nunca le hicieron una autopsia? Hablemos de todas las pruebas que quedaron en la escena y el hecho de que nunca se abrió una investigación. 
— Ay, por favor, Camila. El tipo era un drogadicto, tenía meses retrasando su tour y ya había tenido sobredosis antes. Semanas antes lo habían corrido de Samsara.
— Es como sorprenderte cuando un pez sabe nadar...
— ¡Exacto!
— Además, el tipo era bipolar o algo así. Ya estaba mal de la cabeza. —  Victoria soltó una risilla, pero ese comentario le dolió. En ese momento dirigió su mirada hacia el piso, y Sam se dio cuenta de que su comentario le lastimo.

A Victoria le habían diagnosticado con trastorno bipolar hace unos años.

— Tiene razón, el mismo se llevó a su muerte. — declaró por fin Victoria — Si estás tan mal de la cabeza, no te puedes mantener con vida.
— ¡Ann, no estás escuchando! ¡Él ni siquiera dejo una carta de suicidio!

— Todos los días la gente tiene sobredosis sin dejar cartas de suicidio, Camila. — replico Dylan, su otro amigo.
— Como sea, ya me voy. — se despidió abruptamente Victoria, desconcertando a los demás.

"Bueno, ya sabes como es" escucho a lo lejos.

Hoy

Victoria estaba sacudiendo sus piernas rápidamente, mientras los tres chicos que la rescataron la observaban detenidamente, con mucha curiosidad.

— Si saben que no soy un energúmeno, ¿verdad? — declaro Victoria, a lo que el chico de cabello castaño que constantemente sugería que se deshicieran de ella soltó una risita.
— Nos acabas de patalear y maldecir, así que preferimos mantener precauciones . — respondió, aunque el chico de dos metros, con carisma natural, trató de aligerar el ambiente:

— Al menos podrías comenzar diciéndonos tu nombre.
— Si me dan mis cosas, con gusto me presento . — Respondió exasperada, aunque con una sonrisa en la cara.

Los tres chicos se miraron entre ellos, y después de susurrar algo que ella no entendió, el rubio le otorgó su maleta algo pequeña.

Victoria inspeccionó que todo estuviera en orden. Su cámara análoga, laptop, documentos "oficiales" y su libro falso con dinero escondido. Todo estaba intacto.
No le habían robado. Ellos genuinamente la estaban ayudando.

Typical sad Pisces (RTS vol 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora