Relación forzada

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De pronto, Arlet decidió abrir la boca, y le susurró algo al oído a Leo: "¿Sabes algún otro sitio donde haya menos gente y no nos presione nadie?" Leo no contestó, simplemente se levantó y Arlet decidió seguirlo.
Llegaron al cuarto de Leo, y Arlet comenzó a mirar el lugar de abajo a arriba, era una habitación grande y muy decorada.
Era una habitación con grande espacio y tenía posters de coches y motos.

- ¿Te gustan los coches y las motos?

- Si bueno, a veces suelo coger mi moto y salir a despejarme, ser el hijo del señor Hills, no es fácil, muchas veces desearía dejar de serlo.

- Ya, comprendo, mi familia solo se fija en el dinero, no les importa nada más.

Estuvieron hablando un rato y se dieron cuenta de que tenían bastantes cosas en común. Pero de repente, alguien tocó la puerta.

- Oh hola Ann, puedes pasar- exclamó Leo

- Ah gracias señorito, bueno quería decirle a la señorita Bowen que es hora de irse, acompáñeme- Ann surcó la puerta y se giró, para hacerle un gesto a Arlet para que la siguiera.

- Bueno Leo, supongo que nos veremos pronto, adiós.-

- Si adiós Arlet.-

- No tengas prisa hija.- dijo el señor Bowen mientras entraba al cuarto de Leo tras haber empujado a Ann- Mañana verás a tu querido Leo en clase, ya que iras a su mismo instituto a partir de ahora.-

- ¡Pero papá! ¡Mis amigas están en el otro instituto y no quiero irme sin más perdiendo a todos mis amigos!-

- Hija no hay discusión, vámonos ya.-

El señor Bowen agarró del brazo a su hija y se fueron. Leo estaba confuso, ¿Qué ocurría?, es decir, su vida había cambiado a mejor aquella mañana, pero empeoró demasiado rápido. Apagó la luz y se recostó en la cama. Sintió que algo resbalaba por su mejilla, y llego a la conclusión de que era ¿Una lagrima? él nunca lloraba, por eso se extrañó tanto. Se levanto y se sentó en su sofá, sin encender la luz. Recogió su teléfono, y abrió el chat de Jade.

Leo [Estás despierta?]

Jade [Ahora si]

Leo [Ah jaja, lo siento, no quería despertarte]

Jade [No pasa nada, necesitas algo?]

-¡Leo! ¿Qué haces con el móvil a estas horas? ¡Duérmete ya joder!- gritó de repente su padre, Leo rápidamente dejo su móvil sobre la mesa y se volvió a la cama

Jade [Leo?]

Jade [Holaa? Éstas bien?]

Jade [Leo responde]

Jade [Necesitas ayuda?]

Leo escuchaba continuamente como su teléfono sonaba, él sabia que eran mensajes de Jade, pero no quería arriesgarse a que su padre lo pillase de nuevo, así que trató de dormirse.
Mientras tanto su cabeza no le dejaba dormir, no podía de sobre pensar todo, no podía parar de pensar en Jade y en Arlet, porque, su destino era amar a Arlet, solo porque su familia quería, pero Jade, también le resultaba atractiva aunque a él no le gustaba y aunque a él le llegará a gustar Jade, su familia no le dejaría estar con ella, porque no tiene una gran fortuna, como ellos desean.
Y aunque ni Arlet ni Jade le gustarán, no se las sacaba de la cabeza, pero como podría sacarse algo de la cabeza cuando en realidad esta en el corazón.

Al final, termino entrándole sueño o más bien se obligó a dormir, porque necesitaba alejarse de esos pensamientos que al final, no paraban de volverle loco.

Atrapado por CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora