Callejón sin salida

7 0 0
                                    

Número desconocido [¿Sabés dónde está mi hija?]

Número desconocido [¡Contesta ya!]

Número desconocido [¡Más te vale que mi pequeña esté bien, o te verás en serios problemas!]

Leo [Lo siento señor, pero no se donde está su hija, se fue de la fiesta sin mi, se que no debió irse sin que yo la acompañara, pero no le podía obligar, se fue con una amiga, pero ella tampoco sabe nada, o eso creo.

                     ------------------------------------------------

Jade [Leo joder, no me para de escribir un número desconocido preguntándome sobre Arlet]

Jade [¿Qué mierda se supone que tengo que hacer?]

Leo [Tranquilízate, será el padre de Arlet, está obsesionado con que tengo algo que ver con su desaparición]

Jade [Puedes quedar dentro de 15 minutos en el parque del pez? Si no voy a tu casa, como prefieras]

Leo [Vale, tranquila no hace falta que vengas, en nada nos vemos allí]

Rápidamente Leo lanzó su móvil a la cama y se vistió para ir a ver a Jade. Antes de salir de casa cogió una pieza de fruta para comer de camino. Aunque Leo llegó unos cinco minutos antes de lo que habían quedado, Jade ya estaba allí, y se le notaba muy afectada, se le veían los ojos un tanto rojos y llorosos.

- ¿Estas bien?- le dijo Leo cuando se acercó a ella.

- No... me siento fatal por lo de ayer, sabia que ella estaba borracha, ella me dijo que no hacía falta que le acompañará, pero en verdad debí haberla acompañado hasta su casa y ahora... ahora ella esta desaparecida.- Al instante de terminar su frase, Jade comenzó a llorar desconsoladamente.

Leo no sabia que hacer, el no sabía si debía abrazarla o no hacerlo, no la había visto tan mal nunca. Aún que apareció hace poco en su vida, sentía que la conocía de hace décadas, tenía confianza y era como su mejor amiga. 

De repente a Jade le entró una llamada. Su rostro cambio en segundos, se levantó y descolgó el teléfono. 

- ¿Qué quieres ahora?... Si.... Si, aja... Luego hablamos... Y no me llames cuando te apetezca, avisa con antelación.- de repente colgó la llamada.

Leo lo había escuchado todo, aún que había tratado de no cotillear, era inevitable. A Leo le pareció que Jade había cambiado su actitud demasiado rápido, pero no le dio importancia.

- ¿Con quien hablabas? 

- Nadie importante.- dijo Jade cortante.

- Cualquier cosa puedes confiar en mi, ya sabes que podemos hablar de todo.

- Si...-susurró Jade.

Confiar era algo que a todos les parecía fácil y sencillo, pero a Jade no, para Jade confiar era mucho más profundo que simplemente desahogarte con unas simples frases y ya.

Jade siempre había sido cortante, Leo no entendía el porqué, pero le respetó ya que entendía que Jade tuviera sus razones y en algún momento podrían hablar de aquello, aún que tuviera que esperar un tiempo.

Estuvieron varios minutos sentados sin decir nada, y de repente Jade rompió el silencio que había entre ellos:

- Debería ir yéndome, te veo el lunes.-

- Si adiós, cualquier cosa me escribes-

- Aja- Jade cogió su bolsa, se levanto y se fue. 

Leo se quedó ahí plantado, solo en un banco, sin saber muy bien como reaccionar, así que llegó a la conclusión que sería mejor que volviese a casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Atrapado por CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora