Prólogo
¿Qué pasaría si te encuentras en un abismo? Sin opción de salir, en la oscuridad y en la soledad, que vas a vivir así hasta morir. Sin embargo, después viene una luz de esperanza, de volver a ser tu y no tener que llevar una máscara jamás, y en el que encuentras a un amor inigualable.
Pues estamos hablando de Rose Reed…
Después de una infancia viendo la cara superficial de la rosa roja, donde todo era bello, mágico y único, hasta que llego la adolescencia, y llegar a lo bajo de la rosa, el tallo y sus espinas, donde se dió cuenta que si las tocas sangras y te dolerá mucho.
Su madre Jess Johnson, había contraído un noviazgo a escondidas con Thomas Villin, su esposo al darse cuenta de la situación le pidió el divorcio de inmediato, quedando ella con la custodia de sus dos hijos, Sandra y Agustín Johnson, y ella volviendo con antiguo apellido Jess Davis.
Pero… ¿Por qué Rose no estaba incluida en la custodia? Además… ¿Por qué Rose no trae el apellido Johnson? Simple, ella no era hermana de Sandra ni de Agustín por parte de padre.
Ella había sido abandonada por su engendrador, quedando sola con su madre, hermanos y el resto de su familia…
Al salir de la escuela como de costumbre, encuentra algo que la aterroriza, la gota que derramaría el vaso, donde sus sentimientos se hicieron más presentes generándole un trauma de por vida.
Corriendo hacia el bosque, encontró a Alex Reed, él queda impresionado de sus habilidades físicas e intelectuales, al verla detalladamente pensó que podría ser la chica que él y sus hermanos estarían buscando.
La lleva a una casa, donde vive él y algunos chicos que se volverían sus amigos, allí encuentra a Jeffrey Dagger, este le haría dudar de su vida y sus sentimientos, sus propósitos y metas, quedan confusos al conocerlo…