Lisa me mira fijamente en estado de shock. La mano que me frotaba la espalda se detiene y dejo caer la cabeza, sintiendo las
lágrimas correr por mis mejillas. Sus besos en mi hombro desnudo.—Todo va a salir bien. — Me da un beso en mi hombro desnudo y luego otro hasta que me relajo en elma y me dejo llorar. Se siente bien liberar todo lo que ha estado dentro de mí. Lisa me abraza y me mece de un lado a otro. —Déjalo salir— me anima, y lo hago. Me aferro a ella con la misma fuerza con la que ella se aferra a mí. No sé cuánto tiempo nos sentamos en el suelo del baño así con mi cara enterrada en su cuello. Pero después de un rato me levanta y me lleva a la ducha. Me lava muy suavemente, tomándose su tiempo antes de cerrar el agua y secarme. Todo mi cuerpo se siente relajada aunque sé que no hemos hablado de esto. Me ha
quitado un peso de los hombros. Ella lo sabe y todo está ahí fuera ahora.—Usa el mío. — Lisa me da su cepillo de dientes y se lo quito. Me cepillo los dientes mientras me envuelve en una bata y veo en el espejo cómo se seca. Mis ojos se dirigen a su dura polla y ella sacude la cabeza.
—No lo hagas— advierte, pero mi cuerpo aún se calienta. — Estás desnuda, así que no puedo no estar dura, pero no es el
momento. — Me coge la mano y nos acercamos a la cama. — Acuéstate. — ordena, señalando la cama, y yo caigo de nuevo sobre ella. —Ten cuidado— gruñe, sacudiendo la cabeza. Me doy la vuelta y la veo entrar en su armario durante unos
minutos antes de que vuelva con un par de sudaderas grises. Aún no ha dicho nada sobre mi embarazo y supongo que el hecho de que yo me echara a llorar no le dio espacio para hablar.—No estaba llorando porque estoy embarazada— le digo cuando vuelve a la cama y se sienta. Me siento y la miro. No quiero que piense que no estoy feliz con esto, pero nunca pensé en tener un bebé antes y fue abrumador. Ahora que tengo uno creciendo dentro de mí, es una locura lo mucho que lo quiero.
— ¿Ibas a decírmelo?— pregunta.
— ¡Claro!— Jadeo. —Nunca te ocultaría eso. Sólo me enteré la mañana de la boda de Rosé. — Entonces todo fue un pequeño
torbellino que no quería terminar.—No te habría culpado. — Los ojos de Lisa se encuentran con los míos y me duele el corazón por ella mientras me arrastro a su
regazo.—No digas eso. — Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y lo miro a los ojos.
—He sido una imbécil contigo.
—Esto es verdad. — estoy de acuerdo, sonriendo.
—Lo siento, Jennie. No sabía lo que estaba haciendo.
—No creo que ninguno de las dos supiera lo que estaba haciendo.
—El primer día que te vi entrar para una entrevista, me cautivaste. Te quería, así que les dije que te contrataran como mi asistente personal. Sabía que sería encantador verte todos los días.— Sonrío porque es algo dulce. Eso explica cómo conseguí un trabajo de tan alto nivel tan rápidamente. —Entonces quise tocarte.
— ¿Por qué no lo hiciste?— Me cepillo la nariz contra la suya mientras disfruto escuchándola hablar de lo que siente por mí.
Cuando empecé a trabajar para Lisa, no estaba preparada para ella. Necesitaba tiempo para encontrarme a mí misma y
ponernos a Rosé y a mí de pie. Creo que Lisa también necesitaba tiempo porque no deja que nadie se acerque. La persona más
cercana a ella es su primo que tiene que meterse en su vida.—Trabajabas para mí. — Besa cada una de mis mejillas. — Estaba peleando conmigo misma. Quería que lo dejaras para poder
tenerte, pero no lo hiciste.—Lo hice. — Le recuerdo que ganó esa batalla. Aunque incluso cuando lo hice, creo que sabía que Lisa volvería a por mí. Por eso me escondí en casa de mi hermana. Era mi pequeña forma de vengarme de ella. Sabía que al final me encontraría porque nunca se detiene hasta que consigue lo que quiere. Así es como ha llegado tan lejos en la vida y es una de las muchas cosas que amo de ella. Quería que me demostrara que yo era una de las cosas por las que lucharía. En el fondo, eso es lo que había estado esperando, y cuando apareció en la boda de mi hermana, estaba acabada.
—Después de haber sido una imbécil contigo. Fui demasiado lejos.
—Pero estamos aquí. — Creo que tal vez ambas fuimos un poco demasiado lejos.
—Y estás llorando a mares.
—Tengo miedo— lo admito. —No quiero que las cosas cambien, pero sí quiero que cambien. — Dejé salir una risa porque eso suena ridículo. —Creo que tengo cerebro de embarazada. — No sé cómo explicar esto.
—Me portaré bien contigo. Te amo tanto, Lisa, dame una oportunidad. Seré lo que necesites. — suplica, y mi corazón se
derrite.—Eso es todo. No quiero que cambies. Amo a la gruñona y al juguetona. Creí que ya estaba enamorada de ti, y entonces te
conviertes en este amor en un centavo. A cada paso encuentro algo nuevo sobre ti y me enamoro más profundamente. — Lo quiero todo, cada lado de ella. Especialmente los que sé que sólo yo tengo.—Nada tiene que cambiar. — Ella me besa los labios y yo dejo escapar un suave suspiro. Se siente tan bien estar en sus brazos. Estoy a salvo y cuidada y es como siempre me he sentido a su alrededor. Es por eso que soporto su trasero gruñón. Es como un oso con una espina en su pata, pero es mi oso.
—Un bebé lo cambia todo. — Nunca he oído a Lisa hablar de querer una familia. Todo lo que hacía era trabajar. Pero supongo que construyó una casa de ensueño secreta al lado cuando yo no prestaba atención.
—En realidad no. Habríamos tenido hijos tarde o temprano. — Levanta las cejas como si fuera una conclusión inevitable.
— ¿Siempre has querido tener hijos?— La esperanza se enciende dentro de mí.
—No sabía que quería algo hasta que entraste en mi vida. Ahora lo quiero todo. — Nos hace rodar para estar encima de mí. —
Sabes que soy una mujer de todo o nada. Por eso ha sido tan difícil estar cerca de ti y no tenerte.— ¿Te he estado volviendo loca?— Le sonrío. —El sentimiento es mutuo.
—Ahora tendrás que pasar el resto de tu vida volviéndome loca.
—Creo que puedo manejarlo. — La envuelvo con mis piernas. —Te amo, después de todo. — Un destello posesivo se ilumina en sus ojos.
—Yo también te amo, gatita. — dice, dejando caer su boca sobre la mía. Ambas hemos conseguido todo lo que siempre hemos querido. Podremos haber tomado el camino más largo para encontrarlo, pero el destino tenía sus planes y ahora todos tienen su felices para siempre.
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Toasty ~ adaptación Jenlisa G!P
FanfictionJennie Kim ha sido esclava personal de Lalisa Manoban durante demasiado tiempo. Está cansada de que ella la obligue a trabajar todas las horas de la noche y que haga largos viajes de trabajo solas las dos, lo que podría haber sido un correo electró...