Capítulo V

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Lalisa Manoban

—Gracias por traer a mi señora al coche por mí. — La voz engreída de Kai hace que mi atención se aleje de Jennie. Se apoya en una limusina con los brazos cruzados sobre su
pecho y una sonrisa en su cara. Muevo a Jennie detrás de mí como si fuera a bloquearla y entonces él se olvidará de que está aquí.

—Vete a la mierda— le digo, porque estoy cansada de jugar.

—Prima, no hay necesidad de ser así. ¿Recuerdas nuestro acuerdo? — Me duele la mandíbula por lo fuerte que aprieto los dientes y me hago una bola con los puños a los lados.

— ¿Qué arreglo?— Jennie pregunta mientras se acerca a mí.

—No es nada. — Mis palabras son rápidas y es como si intentara borrar lo que Kai está diciendo.

—Lisa aceptó ser mi acompañante esta noche a cambio de que te vayas conmigo. — Sonríe brillantemente mientras da un
paso adelante.

—Ese no era el trato. — De nuevo intento moverme delante de Jennie, pero él sacude la cabeza.

—Dije que te diría dónde estaba y a cambio acordamos que podía tenerla. — Kai está tan cerca de reírse que quiero poner mis manos alrededor de su cuello.

— ¿Es eso cierto?— Jennie se aleja de mí y quiero alcanzarla y agarrarla. Ella mira a Kai mientras él asiente, y luego vuelve a
mí. —No soy una especie de juguete para ser pasado entre ustedes dos.

—Lo sé— me apresuro a decir, pero no sé cómo hacer que las palabras salgan bien. —Estaba desesperada.

— ¿Tan desesperada por cogerme que me pasarías a tu primo?— La mirada de dolor en sus ojos me desgarra el corazón.

—No, no es así.— Kai se acerca a Jennie y ella no se aleja de él. —Vamos a dar
una vuelta, Jennie. Creo que el aire de la noche te hará bien.

—Déjame explicarte. — Camino hacia ella y ella da un paso atrás, acercándose a Kai. —Por favor, Jennie, no sabía dónde estabas.— Sacude la cabeza y sus ojos están rojos como si estuviera al borde de las lágrimas.

— ¿Planeaste esto? Pensé... pensé. —
Parpadea unas cuantas veces y se da la vuelta para enfrentarse a Kai. — ¿Puedes sacarme de aquí? No quiero que mi hermana me vea así.

—No vas a ir con él. — Extiendo la mano para coger su brazo pero ella lo aparta.

—Ya no puedes decirme qué hacer, Lisa. — La forma en que dice mi nombre es como un cuchillo en mi pecho. —No entiendo lo
que pasa, pero sé que cuando estoy cerca de ti no puedo pensar con claridad. Tal vez sea bueno que yo salga de aquí y tú te vayas a
casa.

—No me iré sin ti. — Planto mis pies como para mostrarle que no me estoy moviendo.
—Rosé y Jisoo se van en unos minutos para su luna de miel. No voy a estar aquí discutiendo contigo cuando se vayan. —
Ella sacude la cabeza. —Lo que hicimos no debería haber pasado.

—No fue un error— gruño, y ella sacude la cabeza.

—Eso no es lo que estoy diciendo. — Su voz es tan aguda y no entiendo por qué. —No debería haberme entregado a alguien que
nunca me ha apreciado. No puedo cambiar lo que pasó pero no dejaré que vuelva a suceder.

—Bueno, esto se está poniendo jugoso. — dice Kai, y quiero darle un puñetazo en la boca.

—Cállate— Jennie y yo decimos al unísono.

—Por favor, no dejen que las interrumpa— dice, sonriendo de oreja a oreja.

—Jennie, ven conmigo y déjame explicarte. — Me mira fijamente por un segundo y yo salto ante la duda. —Prometo mantener mis
manos para mí misma. Sólo necesito hablar contigo. Estar en el mismo espacio que tú. — Hago una pausa para que contemple su
respuesta. —Por favor. —Ella inclina la cabeza a un lado y veo un indicio de sonrisa.

— Esa no es una palabra que te haya escuchado usar.

—Yo tampoco— murmura Kai, y lo miro fijamente.

—Por favor, Jennie — lo intento de nuevo, y veo la vacilación en sus ojos. —Dame una oportunidad de ser la mujer que mereces.

—Maldita sea, creo que incluso podría ir con ella.

La próxima vez que esté a solas con Kai voy a pegarle en la boca. Pero algo de lo que dice debe sonar cierto para Jennie porque ella da un paso hacia mí. Extiendo mi mano y suplico al universo que la haga mía. Después de sólo un momento de incertidumbre ella extiende la mano y coloca su palma en ella. Suavemente envuelvo mis dedos alrededor de la suya y la arrastro conmigo.

— ¿Les gustaría usar mi coche?— Kai ofrece, y si pudiera disparar fuego de mis ojos sería un montón de cenizas ahora mismo. — ¿No? De acuerdo entonces, que tengan una buena noche. — Suspiro con alivio mientras Jennie viene conmigo y caminamos hacia mi limusina que me espera cerca. Cierro los ojos por un momento y ofrezco una oración de agradecimiento a quien sea que esté arriba cuidando de mí.

—Creo que hace la mayor parte de eso sólo para meterse bajo tu piel— dice Jennie mientras la ayudo a subir a la limusina.

—Oh, estoy segura de que lo hace todo por esa razón. — Me subo a su lado y me siento ansiosa hasta que la puerta se cierra y
las cerraduras se activan. —Sólo estoy enfadada conmigo misma por dejar que me afecte.

—Es inofensivo. — Puedo oír la suavidad de su voz mientras lo defiende y me acerco y tomo su mano en la mía.

—Cualquier cosa que intente apartarte de mí es una amenaza. — No puedo evitarlo. Llevo su mano a mi boca y rozo mis labios a lo largo de su muñeca.

— ¿No prometiste no tocarme?— Sus palabras son suaves y tranquilas ahora que estamos solas y puedo sentir su corazón
latiendo bajo la delicada piel.

— ¿Quieres que me detenga?— Sigo frotando mis labios a lo largo del área sedosa expuesta mientras miro hacia arriba y hacia sus ojos.

—No. — La palabra apenas está por encima de un susurro pero ambas sabemos lo pesada que es.

—No— estoy de acuerdo, moviendo mis labios por su brazo y en el pliegue de su codo. — ¿Y ahora?

Toasty ~ adaptación Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora