Epílogo

2.5K 268 12
                                    

Lalisa Manoban
Dos años después...


—Creo que tú lo sabrías mejor que yo— dice Jennie sobre su hombro mientras entra al baño.

—Vamos, ¿no quieres opinar sobre nada de esto?— Hago los planos del jardín que quiero que se diseñe para ella en el campo
trasero y la sigo. Ella me sonríe mientras se cepilla los dientes. Me apoyo en el marco de la puerta mientras se desnuda, y tomo cada centímetro de su cuerpo desnudo mientras lo hace. Entro, cierro y bloqueo la puerta con llave mientras me mira en el espejo.

— ¿Qué estás haciendo?— pregunta con la boca llena de pasta de dientes.

—Sabes exactamente lo que estoy haciendo. — Le levanto una ceja y ella sacude la cabeza, pero puedo verla luchando con una sonrisa. Cuando termina y se limpia, se da la vuelta y cruza los brazos sobre sus pechos desnudos.

—Lisa, diseñaste cada centímetro de esta casa basándote en lo que amo, y no hay nada en ella que cambiaría. Ni un solo candelabro en toda la casa, porque es
exactamente lo que yo hubiera elegido.

—Pero esto es diferente. — Me acerco a ella y pongo mis manos a cada lado de ella y me apoyo en ella. —Esto es para ti y las chicas.— Nuestras hijas gemelas están durmiendo en nuestra cama, y sé que sólo tenemos unos pocos momentos robados a solas.

—Estos planos incluyen un enorme castillo de madera, ¿a qué niña no le gustaría eso?— Ella inclina la cabeza a un lado y sonríe. —Has hecho realidad todos nuestros sueños. ¿Cómo podría añadir algo más a eso?— Sus brazos se descruzan y desliza sus manos por mi pecho desnudo hasta mi short.

—Supongo que sólo quiero que sea perfecto. — digo suavemente mientras me inclino y le beso el cuello, y me desabrocha los botones.

—Confío en ti, Lisa. — Inclina la cabeza hacia atrás para que pueda besar hasta sus pechos. —Te confío todo.— Se tropieza con la última palabra mientras me chupo uno de sus pezones en la boca y mordisqueo el pico apretado. Sus manos liberan mi polla caliente y la acaricia unas cuantas veces antes de llevarme a su entrada. Su culo está en el mostrador ahora mientras me guía entre sus pliegues húmedos. Está resbaladiza y caliente. Me hundo en ella y me quejo.

—Shhh— susurra, pero me meto dentro de ella con fuerza y ahora le toca a ella gritar.

— ¿Qué estabas diciendo?— Le susurro al oído mientras pongo mi mano sobre su boca. Bombeo fuerte y rápido, mi polla se hincha y sus caderas se mecen conmigo. Es un ritmo practicado que hemos perfeccionado a lo largo del tiempo y está garantizado para hacernos sentir bien antes de que las manitas muevan el pomo de la puerta.

—Dios, estoy tan caliente últimamente. — ella respira mientras le chupo el otro pezón.—Si no lo supiera, pensaría...— Ella deja de moverse y sus ojos se abren de par en par, pero yo sigo adelante.

— ¿Finalmente se dio cuenta?— Pregunto, sonriendo contra sus tetas.

— ¿Lo sabías?— Siento que me da una palmada en la espalda, pero su coño se aprieta a mi alrededor al mismo tiempo. —Estoy cerca pero estoy enojada contigo. — gime, echando la cabeza hacia atrás.

— ¿Enfadada por haberte dejado embarazada o enfadada por no habértelo dicho?— No puedo evitar reírme mientras froto su clítoris con mi pulgar.

—No puedo creer que lo supieras y no dijeras nada.— Uso mi otra mano para frotar su vientre mientras le beso el
cuello.

—Tu coño sabía más dulce. Reconocería ese sabor en cualquier lugar. — Le mordisqueo el cuello y ella gime mientras me sumerjo más. —Además tus pezones son extra sensibles, tu coño está más húmedo, y has estado en mi polla sin parar durante una
semana.

—Como si fuera diferente. — protesta, pero su cuerpo se mueve con el mío.

—Y llegas tarde. — Siento que sus piernas me envuelven más fuerte y justo cuando abre la boca para protestar, puedo ver que su placer la ha alcanzado. Una vez más tengo que poner mi mano sobre su boca mientras ella grita. Su orgasmo golpea y me aprieta tan fuerte que no tengo más remedio que caerme por el borde con ella. Olas de placer ruedan por mi espalda y salen de mi polla mientras me meto en ella. Es duro y rápido, pero se siente como el cielo cada vez que estoy dentro de ella. No sé cómo sigue mejorando cuanto más tiempo estamos juntas, pero tal vez es así cuando estás enamorada de tu alma gemela.

—Estoy embarazada. — susurra después de que baje la mano, y veo las lágrimas que se forman en sus ojos.

—Vamos a tener otro. — No puedo contener mi felicidad mientras me inclino hacia adelante y beso sus lágrimas. —No puedo
esperar.

—Ugh, odio cuanto lloro cuando estoy embarazada— se ríe, limpiándose la humedad de sus mejillas.

—Gracias por hacernos una familia. — Descanso mi frente en la suya y ella se acurruca cerca de mí.

— ¿Y qué si es un niño? Tal vez necesitemos un dragón o algo que vaya con el castillo de la princesa. — dice con un sollozo.

—Ves, te dije que necesitaba tu ayuda. — Ella se ríe mientras nos besamos y mi corazón se hincha una vez más con orgullo y amor.

— ¡Mami!— Escuché llamadas desde el dormitorio.

—Parece que me están llamando. — gimoteo, sacando su calor, pero antes de que pueda dar un paso, Jennie me toma en sus
brazos y me besa como loca. Cuando termina, me deja ahí medio segundo aturdida. — ¿Por qué fue eso?

—Por ser tú, por ser una increíble esposa y madre.— No creí que mi corazón pudiera crecer más, pero me equivoqué. Pero como todas las cosas con mi esposa, ella me ha
demostrado una y otra vez que es la razón de todo lo que hago. Me ha dado a nuestras dos hijas perfectas y una vida que nunca podría haber deseado porque no creía que fuera posible. Tengo tanta suerte de que ella haya entrado en mi vida, a pesar de que fui demasiado terca para ir tras ella. Si paso el resto de mi vida haciendo su mundo perfecto, no será una vida de la que me arrepienta. Ella es mi todo desde ahora hasta siempre.

Toasty ~ adaptación Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora