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La noche al fin había caído, todo parecía tan sereno y tan tranquilo siempre que llegaba, está parte del día, la parte favorita de Félix en la que podía trasnochar y ver el cielo totalmente estrellado que se formaba junto a una hermosa luna que al...

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La noche al fin había caído, todo parecía tan sereno y tan tranquilo siempre que llegaba, está parte del día, la parte favorita de Félix en la que podía trasnochar y ver el cielo totalmente estrellado que se formaba junto a una hermosa luna que alumbraba toda la cuidad. Lástima que esa noche sería diferente y no podría contemplar todas esas maravillas nocturnas.

En su lugar se encontraba completamente sumergido en su baile, pues el lindo Omega tenía una cualidad, era excelente bailarina.

Todos a su alrededor lo miraban con deseo al ver cada uno de sus movimientos, pues a pesar de que él bailara para sí mismo sin intención de provocar, era lo que conseguía.

Félix estaba intentando con todas sus fuerzas no pensar en cada una de las miradas que lo observaban con lujuria, pero era inevitable¿Por qué sentía que últimamente todos lo miraban de esa forma?, Bueno, aunque no era del todo cierto, si había alguien que no lo había visto con esas intensiones a pesar de ser por un corto tiempo. Sin embargo, ya no lo volvería a ver, o al menos eso creyó hasta que comenzó a sentir un aroma muy familiar.

El Omega era consiente de que había demasiadas feromonas esparcidas por todo el lugar y que quizás los olores se habían mezclado, pero no, este aroma podía sentirlo perfectamente entre toda esa mezcla de feromonas y de repente la sintió, sintió una profunda mirada detrás de su espalda que no era necesariamente pesada ni lujuriosa.

En ese momento el chico se detuvo de golpe y giro lentamente su cuerpo, no mentiría, tenía miedo de que no fuera quien él esperaba, pero su sorpresa fue otra cuando al girarse lo vio, vio al Alfa de aquella vez y de un momento a otro el pelinegro también lo estaba mirando con esos lindos ojos que el Omega no sabía que necesitaba.

Se miraron tan solo unos segundos cuando Félix miro a quien estaba al costado del Alfa, ese rostro era muy familiar, ¿Y cómo no lo iba a ser?, si ese rostro era del Delta que hace días casi lo mataba con solo mirarlo, ¿Se conocían?, ¿Eran amigos?, ¿Compañeros?, ¿Familia?, ¿Trabajo? O quizás ¿Una relación? Tantas preguntas hicieron a Félix sentirse nervioso volviendo a mirar al Alfa y bajando la mirada en seguida.

Hyunjin estaba en shock, no podía creer que el lindo Omega que bailaba tan bien de repente lo estuviera mirando fijamente, en ese momento sintió unas ganas tan intensas de acercarse y bailar juntos a él, de verdad deseaba que aquel chico estuviera entre sus brazos, su lobo ya no solo se lo pedía, sino que se los exigía con toda la necesidad que tenía.

Pero Hyunjin no cedería, estaba en su celo, pues ¿Qué manera es esa de conocer a quien te vuelve loco sin jamás haber conversado antes con él? Evidentemente, estaba urgido, pero no dejaría que su impulso y mucho menos su lobo lo controlarán, él era capaz de mantener la calma, así que en cuánto vio al menor bajar la mirada lo hizo, volteó su cuerpo para volver a tener a MinHo frente a él quién ya llevaba tiempo sosteniendo la puerta para que su jefe entrara, en ese momento Hyunjin lo hizo, entro y en seguida le siguió MinHo dejando atrás al lindo Omega rubio.

 𝐒ɦαꭑ𝖾ℓєѕѕ ¹ | HyunLix ✧ HyunINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora