XII.

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Había pasado una semana desde que todos habían regresado a Corea, aún no había señales de Chan, y Félix parecía tranquilo ante eso, había comenzado a practicar coreano, pues al ser australiano solo sabía Inglés, lo cual aunque era útil no era lo m...

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Había pasado una semana desde que todos habían regresado a Corea, aún no había señales de Chan, y Félix parecía tranquilo ante eso, había comenzado a practicar coreano, pues al ser australiano solo sabía Inglés, lo cual aunque era útil no era lo mejor.

Hyunjin comenzó a presionar a Félix a qué aprendiera el idioma, pues el Omega no dejaba de pedirle que los dejara salir, lo cual no pasaría hasta que el Omega supiera coreano.

Cada día se quedaba hasta tarde escribiendo, leyendo y practicando su coreano mientras todos dormían, o bueno, casi todos.

A lo largo de esa semana había estado haciendo cosas que no eran precisamente las correctas, aunque bueno, a esas alturas todo estaba bien siempre y cuando el Alfa lo tuviera entre sus brazos.

Félix terminaba sus lecciones del día y se escabullía entre los pasillos de la mansión hasta llegar a la oficina del Alfa, se metía sigilosamente sin tocar la puerta y la atrancaba cuando ya estaba adentro, para que nadie los descubriera. Entre Hyunjin y Félix habían comenzado a jugar entre ellos.

Desde aquel beso que se dieron en Brasil, sus lobos, sus cuerpos, sus labios, todo ellos se deseaban, querían estar todo el día juntos, pero claramente eso no era posible, por ello cada noche el Omega iba a buscarlo y cuando menos se lo esperaron se hizo una rutina para ambos.

Ese día el Omega hizo exactamente lo mismo, atrancando la puerta y viendo la linda sonrisa de oreja a oreja que mantenía el Alfa en cuanto lo vio.

— Hoy tardaste mucho - Reclamó un poco el Alfa.

— Lo siento, tarde bastante en entender una nueva palabra y me quedé estacado hasta que logré entenderla - Félix despego su cuerpo de la puerta cerrada que se encontraba justo detrás de él y se acercó hacia Hyunjin.

El Alfa, en cuando vio como "Su Omega" se acercaba, decidió hacer su silla hacia atrás y esperar a como Félix se sentaba sobre su regazo abrazando su cuello.

— Te extrañé tanto, ¿Me extrañaste? - El Omega comenzó a olisquear a "su Alfa" disgustándose a los pocos segundo — Qué asco, hueles a Canela - Hizo una mueca.

— Sí... Es por Jeongin - murmuro, provocando en seguida un enojo por parte del Omega.

— Todos los días hueles a él y jamás hueles a mí. - El Omega comenzó a sentir como su lobo se removía ante el enojo y enseguida bajo sus manos del cuello del mayor.

— No te enojes, es normal, me la paso con él todo el tiempo porque su lobo se acostumbró al mío, aparte está a nada de dar a luz, obviamente necesita más atención que nunca, y al ser su Alfa temporal tengo que consentirlo. - Hyunjin pudo ver como el Omega comenzaba a tener intenciones de irse.

— Esto es estúpido, yo no quiero ser el segundo - Reclamó el Omega.

— No eres el segundo.

— Si lo soy, todo el tiempo tienes el olor de Jeongin y el mío nunca, no importa cuánto tiempo pasemos juntos, raras veces hueles a mí.

 𝐒ɦαꭑ𝖾ℓєѕѕ ¹ | HyunLix ✧ HyunINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora